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El Telégrafo
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‘Con los ojos del espíritu’ se titula el documental de Javier Serrano

‘Con los ojos del espíritu’ se titula el documental de Javier Serrano
12 de abril de 2013 - 00:00

Con motivo de la conmemoración del primer aniversario del Centro Cultural Hernández y dentro del marco del proyecto ‘Los Colores de la oscuridad: El arte de pintar y fotografiar sin ver’, el artista invidente Javier Serrano presentará este sábado, a las 19:00, el documental ‘Con los ojos del espíritu’ y el ensayo literario ‘El arte abstracto y el desarrollo intelectual en la infancia’.

En el evento además se expondrá la muestra de pintura y fotografía del artista y la participación del reconocido pianista Michael Hernández. Estarán también los Hermanos Núñez, el Trío Ego, el Grupo Taley, el dúo Voces y Sentimiento.

‘Los colores de la oscuridad’ es un proyecto que promueve la cultura de paz y proclama un mensaje de motivación, sustentado en el lema “la única discapacidad que impide alcanzar los sueños, es la discapacidad de la voluntad”.

El Centro Cultural Hernández está ubicado en la calle Loja y Venezuela (frente a la Plaza Eugenio Espejo). “Este es un trabajo que busca que la gente comprenda cómo una persona no vidente realiza este tipo de expresiones en medio de la oscuridad, es un acercamiento a la intimidad del mundo de la oscuridad en que se muestra el proceso que tuve que enfrentar durante la realización de las obras”, indica Serrano.

14-4-13-Javier-serrano02Además, añade que se exhibirán 12 pinturas y 15 fotografías, todas inéditas, con óleos de temática abstracta.

Hasta el momento Javier Alejandro ha realizado varias presentaciones en el país promoviendo su arte y con el apoyo de la Casa de la Cultura ecuatoriana ha ofrecido su trabajo en sus espacios.

Recuerda que desde su niñez siempre se inclinó por el arte en general, como la poesía, la música, la pintura y la escultura.

Recuerda que al crecer en un hogar de una madre soltera, que tenía que trabajar todo el día y le quedaba poco tiempo para compartir con sus hijos, empezó a encerrarse en sí mismo y a deprimirse, es por ello que sus primeros cuadros y las composiciones musicales que realizó tenían una temática nostálgica.

A todo este sentimiento de soledad se le sumó una relación amorosa llena de problemas que tuvo a los 17 años, cuando cursaba el quinto año de la secundaria, pues cuenta que estuvo con una mujer mayor a él, divorciada y con hijos, que le dejó más tristezas que buenos recuerdos.

Todo esto lo llevó a involucrarse con el alcohol y se comenzó a desarrollar su enfermedad visual, la cual pudo controlar por algunos años, pero con el paso del tiempo la ceguera aumentó.

“Pasé unos tres años sin pintar, pero gracias al maestro Nilo Yépez  tomé otra vez el pincel, cuando me llevó a hacer una prueba en el centro de promoción artística de la Casa de la Cultura; y pese a que le presenté la peor obra de mi vida, confió en mí y me enseño todo lo que ahora sé”, explica el pintor.

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