Cuando aparecieron los primeros avances de la película ‘El llanero solitario’ la mayoría de los medios de comunicación se volcaron hacia la figura mediática que genera el camaleónico Johnny Depp. Al menos eso ocurrió en Ecuador.

Es posible que pocos ubiquen el rostro de Armie Hammer en el filme de Gore Verbinski, más si su personaje requiere de una máscara. Nacido el 28 de agosto de 1986 en Los Ángeles, Hammer tiene una corta trayectoria en el cine y la televisión. Recién empezó en el 2005. Aún así registra una interesante lista de roles, entre ellos el de Billy Graham, en la cinta homónima, del 2008, donde interpreta al pastor evangélico estadounidense de ahora 94 años pero en su juventud).

Sin embargo, recién ganó notoriedad dos años después con el doble papel de los gemelos Cameron y Tyler Winklevoss en ‘La red social’, de David Fincher. También fue Clyde Tolson, el director asociado del FBI, en la cinta  biográfica ‘J. Edgar’ (2011), de Clint Eastwood, mientras que al año siguiente participó en ‘Mirror mirror’, de Tarsem Singh, una de las dos adaptaciones que el año pasado se estrenaron sobre Blancanieves. Allí fue el príncipe Andrew Alcott.

Ahora como John Reid, el abogado del oeste y álter ego del Llanero solitario, Hammer ha ofrecido numerosas entrevistas. Una de ellas apareció el pasado 6 de julio en el portal Manganzon (con una edición al plantear las preguntas) y que a continuación este Diario reproduce.

Según lo visto en el filme, el suyo no es un Llanero solitario parecido al de la serie radial y televisiva, ¿tenía idea de esas versiones cuando lo escogieron para el papel?
Mi papá creció viendo la serie y la conocía muy bien. Ese fue un detalle importante para mí. No sé siquiera si se transmitía todavía en la televisión cuando yo estaba creciendo.

¿Y al aceptar el papel usó algunos elementos de la serie para su interpretación?
Un poco, sobre todo por parte de Clayton Moore, debido al modo impresionante en que apreciaba al personaje, a la devoción que le tenía y a la manera en que se convirtió prácticamente en su representante ideal. Es difícil imaginar el mundo del Llanero solitario sin él, por lo que esa parte fue importante, del mismo modo en que lo fue conocer el contexto histórico de la época que estábamos presentando.

Según la historia, el personaje original no iba a bares, pero el suyo aparece en un cabaré...
Creo que esto lo hace mucho más divertido. Yo no hablé directamente con (el director) Gore (Verbinski) sobre las diferencias entre el Llanero solitario antiguo y el nuevo, pero estoy seguro que fue algo de lo que conversó ampliamente con (el productor) Jerry (Bruckheimer) y con los guionistas.

¿Cómo califica a su Llanero solitario?
Me parece que es un héroe más moderno que el que se conocía antes. Todavía hace las cosas bien y toma las decisiones correctas, pero puedes verlo lidiando con ellas de manera muy humana, porque sus acciones pueden traer consecuencias complicadas.

¿Utilizó algo de usted en el personaje?
Un poco. No es algo que se tenga que hacer necesariamente; cada actor tiene su propia manera de enfrentarse a un personaje. En mi caso, no estaba buscando una identificación con esta figura. Me parece más productivo interpretar a seres que son muy distintos a mí. Y no solo porque me parece más divertido, sino porque me da la oportunidad de expresar emociones diferentes.

¿Cómo fue trabajar con Johnny Depp?
Absolutamente increíble. Es un ser humano maravilloso y un actor igualmente fantástico. Un gran tipo, en verdad. La pasé muy bien a su lado durante todo el rodaje, porque vivíamos en medio de bromas constantes.

¿Y con Verbinski?
Es uno de los directores más inteligentes con los que he trabajado. Tener la oportunidad de estar en una de sus películas fue un honor y un regalo tremendo.

La cinta muestra algunos detalles interesantes sobre la época, que van más allá de lo esperado, porque parecen criticar la codicia corporativa de los constructores de ferrocarriles y la explotación de los indígenas...
Por supuesto, y ese es uno de los factores que hacen que esta sea una gran película. Tiene elementos que se refieren específicamente al género del ‘western’; elementos que son muy geopolíticos; elementos que apelan al lado personal de cada quien. Pienso que retrata de un modo u otro la dinámica social que ha existido desde el inicio de la historia y nos permitió mostrar el modo en que estos afanes de expansión afectaron al oeste estadounidense.

¿Crees que Walt Disney Pictures trata de mostrar las cosas de un modo más consciente que en el pasado?
No sé si fue necesariamente Disney quien decidió hacer eso. Lo que sí sé es que Gore tenía toda la intención de hacer algo así. Quería hacer una cinta que se sintiera real, que fuera un tanto dura y que resultara interesante.

Este es básicamente un producto de entretenimiento, y en ese sentido era indispensable contar con escenas de acción fastuosas. ¿Cómo fue montar los caballos para usted?
Bueno, había que tener muchas bolsas de hielo. Cada día era una nueva aventura. Yo crecí rodeado de caballos y tenía experiencia con ellos, pero esto fue obviamente mucho más técnico de lo que había hecho antes. De todos modos, sirvió de mucho haber tenido toda esa experiencia previa.

¿Cuántos Silver había?
Hubo varios, por razones distintas, pero algunos eran mejores corriendo y otros fueron empleados para hacer ciertos trucos. Creo que logré establecer un pacto muy claro con el que me tocó para las piruetas más complicadas. “Si no me haces daño, no te convertiré en pegamento”, le dije (risas).

¿Habló entonces con el caballo?
Claro, aunque la comunicación se dio a través de gestos.

Una de las escenas más impresionantes ocurre a bordo de dos trenes, incluso en medio de ellos. ¿Cómo fue rodar eso?
Fue muy interesante. Se nos explicó básicamente que teníamos que brincar entre un tren y otro a lo largo de tres, casi cuatro semanas, lo que no estuvo nada mal, porque en esos momentos había cerca de 130 grados de temperatura y ese era el único lugar donde podíamos recibir algo de brisa.

Cuéntenos algo de su próximo proyecto: ‘The man from U.N.C.L.E.’
Sí, es un proyecto de Guy Ritchie. Va a ser un ‘remake’ del programa de televisión que presenta una historia de espías en medio de la Guerra Fría. Voy a compartir la pantalla con Henry Cavill.