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Alain Delon, el galán francés que teme morir solo
Al francés Alain Delon se lo consideraba como la versión masculina de lo que fue su compatriota Brigitte Bardot hace cuarenta o 50 años.
Era el ‘sex symbol’ de los 60 y 70, que ahora ha perdido “la pasión” por el mundo que le rodea y que pasa la mayor parte de su tiempo “sin hacer nada”, rodeado de sus animales mientras intenta disfrutar todo lo que puede de sus hijos y nietos”.
“He sido tan feliz como no se puede serlo toda la vida. Sobre todo, quiero compartir lo más que pueda con mis hijos. No quiero morir solo”, confesó el actor de 77 años en una entrevista publicada a inicios de la semana pasada por la revista Paris Match.
El protagonista de ‘Rocco y sus hermanos’ y ‘El gatopardo’, ambas dirigidas por Luchino Visconti, reconoce que es un hombre nostálgico que a menudo mira al pasado. Dice que no teme a la muerte porque es lo único seguro de una existencia, la suya, que ahora gira en torno a sus nietos y sus hijos.
“El mundo actual no me agrada demasiado. Nada me excita realmente y, sin embargo, era una persona apasionada. Lo que me falta son las ganas, la pasión. Pero voy a despertar, quizá”, comentó el intérprete de ‘A pleno sol’ (1959).
Precisamente, una versión restaurada de esa cinta, dirigida por el difunto René Clément, se proyectará el próximo 25 de mayo en el marco del Festival de Cannes, muestra con la que Delon mantiene una relación de amor-odio.
La proyección de la película será “un ‘flash-back’ doloroso a causa de las personas que ya amaba y que ya no están ahí”, afirma el actor nacido el 8 de noviembre de 1935 en Sceaux, quien fue por primera vez a ese festival en 1957, cuando aún era un rostro anónimo y repitió en múltiples ocasiones, aunque no fue invitado en 1997, algo que lo exasperó.
“La Tierra entera estaba invitada para el 50º aniversario del Festival, sobre todo estadounidenses, por cierto. Todo el mundo, salvo (Jean-Paul) Belmondo y Delon”, recuerda, aún molesto, el histrión galo quien vivió una infancia problemática en la que fue expulsado de varios colegios.
Delon, quien en 1952 ingresó en el ejército francés como paracaidista de la marina y hasta llegó a combatir en Indochina, asegura que también tiene buenos recuerdos de las mujeres con las que trabajó, entre ellas Katharine Hepburn, Ava Gardner, Laurent Bacall o Brigitte Bardot.
Con esta última mantiene una amistad que empezó hace 50 años.
No llegó a rodar, en cambio, con Marilyn Monroe, quien murió a los 36 años en 1962, aunque le hubiera encantado porque “la encontraba fascinante”, explica Delon, quien antes de convertirse en actor también ocupó empleos de camarero, carnicero y vendedor.
Tampoco rodó, aunque los recuerdos son más amargos, con los directores de la “Nouvelle Vague”, como François Truffaut o Jean-Luc Godard, porque estos consideraban que Delon “no era de su mundo” (que no daba la talla), refiere.
Aunque fue un galán nato que hizo soñar a millones de mujeres de todo el mundo, Delon afirma que también se vio rechazado por algunas quienes no aceptaron sus proposiciones.
“Por supuesto, incluso desconocidas. Sufrí mucho... pero la mayoría aceptó”, recuerda con cierta picardía.
Aunque tuvo distintas mujeres, admite que sí “conoció el amor y fue feliz”, aunque “la intensidad de todo esto es difícil de recuperar a partir de una cierta edad”.
Entre sus romances sonados constan: la fallecida austriaca Romy Scheneider, a quien le afectó la ruptura con Delon.
En 1964 contrajo matrimonio con la actriz de origen marroquí Francine Canovas (luego Nathalie Delon), madre de Anthoy, quien también es actor como sus padres. El enlace solo duró cinco años.
Un año después de su divorcio, Alain Delon se casó con la también intérprete Mireille Darc, con quien había coincidido un año antes en las películas ‘Jeff’ (1969) de Jean Herman y ‘Madly’, filme dirigido por Roger Kahane.
Luego, en 1987 se casó y estabilizó sentimentalmente con la modelo de nacionalidad holandesa Rosalie Van Bremen, con la que residió en una mansión en Suiza hasta su divorcio en el año 2002.
Aunque aún recibe abundantes propuestas para trabajar, Delon se define casi retirado y solo deja la puerta abierta a Luc Besson y Roman Polanski.
“El cine actual ha evolucionado en un sentido que no me gusta. Antes, te tirabas en un sillón rojo para ver a Ingrid Bergman besar a Cary Grant y soñar. Una vez robado el sueño, el cine no me interesó más”, concluye el protagonista de ‘Sol rojo’ (1971) y ‘Círculo rojo’, quien ahora cobra vigencia nuevamente con su presencia en el Festival de Cannes 2013.