Con un estilo singular ante las cámaras, Adriana Méndez -de metro cincuenta de estatura- sale a las calles a buscar y denunciar los problemas de ciertos moradores indolentes con su prójimo. Aquellos malos vecinos ya tienen una ‘vigilante’ que aguarda en las esquinas para controlar el orden público.

Méndez no tiene miedo de meterse en lugares considerados “zonas” en Guayaquil ni mucho menos pelos en la lengua al momento de entrevistar a los #MMV (Muy Malos Vecinos), pues tiene en cuenta que alguien debe denunciar a los transgresores de la ley.

En las calles 19 y Vaca Galindo, se reporta un #MMV y Adriana, quien siempre pese a sus tacos, no duda en correr y averiguar qué sucede y buscar la verdad de los hechos a través  del rostro del infractor. En este caso los moradores reclamaban a Doña Hortensia, como la conocen en el sector, por utilizar parte de la vereda para su taller de ebanistería.

Méndez, con micrófono en mano, comenzó a preguntar cuál era el meollo del asunto, pero la señora exaltada le respondió: “Tú por qué te metes en mi vida. Ven los días sábado aquí y vas a encontrar a todos  los borrachos en las esquinas”, manifestó enojada haciéndole a un lado el micrófono. Enseguida los moradores se aglomeraron en el lugar para confirmar que Doña Hortensia perjudicaba a los peatones de esa calle exponiéndolos a algún accidente automovilístico.

Por cerca de 10 minutos la situación parecía que nunca iba a terminar, hasta que llegaron los policías a tomar cartas en el asunto.

Como este caso hay muchos que se reportan a lo largo de la urbe porteña, donde le ha tocado poner a prueba su carácter, ya que hay quienes no están conscientes de que es mujer, la insultan y empujan.

Adriana cuenta que el objetivo del programa no es polemizar sino buscar una solución a los problemas cotidianos y mostrar la cara del infractor. “Al principio fue difícil porque me daba miedo al no saber muy bien las leyes, pero ahora he aprendido, y ya solo voy en busca de las personas que no hacen bien su labor como ciudadanos. Algunos me quieren. Me escriben por Twitter y me agradecen. Pero otros me huyen, me cierran las puertas en la cara, me insultan, me gritan. Yo me río porque es parte de mi trabajo y me gusta hacerlo bien”, refirió la reportera de 24 años, de Canal Uno.

Su primera aparición en televisión se dio en la Península, en Shekina Radio y Televisión. Allí su programa radial era Punto Aparte, de corte juvenil, y en televisión realizó el espacio Corazón de Campeón. Para ella, la diferencia de salir a nivel local y ahora en todo el país le ha significado una gran satisfacción. Sobre todo para su familia.

En la audición, la egresada de Comunicación Social por la Escuela Politécnica del Litoral (Espol) quedó seleccionada con una compañera de otra universidad, pero fue su reportaje el de ‘Los meones’ el que le dio el pasaporte para ingresar a la familia de Canal Uno, recuerda.

Todo un día le facilitaron las cámaras para que lo haga, pero casi al finalizar la tarde pudo encontrar a sus protagonistas. Se salvó de no quedar sin nada de material.

“Recuerdo que Rafael (Cuesta) me dijo que había quedado seleccionada luego de ver mi reportaje, y yo lo único que le respondí fue: ‘¿en serio?’. No lo podía creer porque a mí me bastaba solo tener la referencia de él, que ya era bastante”, expresó emocionada.

Vida personal

Egresó de la Espol pero aún le falta realizar su tesis.

Siempre se mantiene en contacto con sus padres, quienes viven en la Península, pero viaja los fines de semana a visitarlos.

Le encanta viajar. Conoce gran parte de Ecuador, pero le gustaría recorrer otros países del mundo para conocer otras culturas.

Escribe poemas, tiene un blog en el que explora esta faceta y también le gusta el canto.

Poco antes de estudiar periodismo pensaba ser doctora, pero lo suyo siempre fue la televisión porque cuando era pequeña soñaba con conducir un programa de farándula. Ahora Adriana Méndez está dedicada “full time” al periodismo comunitario.