Dos bandoneones, piano, violín, bajo y guitarra forman el sexteto de tango que acompañará a cinco parejas de baile y dos cantantes en vivo que se tomarán el Teatro Centro de Arte en Guayaquil, el Carlos Cueva Tamariz, en Cuenca, y el Teatro Nacional de la Casa de la Cultura, en Quito, como parte de su gira mundial.

El show en el Puerto Principal será el jueves, al día siguiente en la capital azuaya, mientras que en Quito será este sábado.

La obra ‘A puro tango: Pasión y sentimiento’ refleja precisamente un recorrido por las sensaciones y emociones producidas por el amor y la pasión, acompañados del tradicional ritmo argentino que ha traspasado generaciones y modas.

Asimismo, pretende enmarcar la vida porteña de manera poética, producto de un alma que capta, siente y padece la realidad del amor, la pasión y el deseo, una perspectiva que va más allá de la supervivencia diaria.

Los miembros del proyecto ‘A puro tango’ no son argentinos.

Tampoco bailarines ni músicos uruguayos. Más bien son de Medellín, Colombia, bajo la dirección ejecutiva y general de Viviana Jaramillo Marulanda y Sebastián Avendaño Suárez.

Desde su conformación en el año 2002, se ha ido posicionando vertiginosamente como una entidad de gran proyección en la atención de certámenes artísticos y culturales a nivel latinoamericano.

La compañía artística ha obtenido un amplio reconocimiento a nivel nacional e internacional. En 2013 fueron campeones mundiales de tango en la categoría de grupos coreográficos en el World Tango Championship.

Resultaron ganadores del Festival Internacional de Tango en las modalidades de agrupaciones musicales y grupos coreográficos en 2008 y 2009.

Además, en 2013 fueron reconocidos por la Casa de la Cultura Ecuatoriana por su aporte a la danza y la difusión en tango, entre otros a nivel de Colombia y América Latina, incluida Argentina.

Se trata de una muestra del tango tradicional, junto con el contemporáneo, donde la técnica y la entrega de los músicos y bailarines invitan al público a hacer un recorrido por estas realidades.

Erotismo y sensualidad, sentimientos a través de los cuales se expresa el género del tango y que singularizan la esencia humana, convirtiéndolo en una potente herramienta de comunicación con el otro, en expresión afectiva, amorosa y personal, la danza de la carne, del deseo, de los cuerpos entrelazados, un diálogo nuevo, la seducción hecha movimiento.

El ir y venir en el encuentro de dos mundos; definitivamente, un baile exhibicionista, que ronda estéticamente el universo de lo lúdico.

Un poco de historia

Originario de la región del Río de la Plata, el tango ha sido declarado por la Unesco en 2009 como patrimonio cultural de la humanidad y surgió a fines del siglo XIX desde la fusión de diversas etnias como la afroplatense, la hispana, indígena e italiana.

A esto se le suma la afluencia de migrantes árabes, alemanes, chinos, entre otros que enriquecieron la zona con sus costumbres y argots.

Ya entrado el siglo XX se convirtió en una danza popular en las calles.

Sin embargo, causó revuelo en su primer momento debido a la sensualidad con que se interpreta, aún más cuando se la realizaba entre hombres. Años más tarde, las mujeres de ‘arrabal’ son quienes le aportan el toque a la pareja abrazada con una profunda relación emocional con el propio cuerpo y con el otro.

En la interpretación musical intervienen un piano, dos violines, un contrabajo, pero el que tiene protagonismo es el bandoneón, este último es una evolución de instrumentos europeos de viento como la concertina (tienen la característica de tener lengüetas sueltas).

En un principio era utilizado para entonar recitales sacramentales por su sonido melancólico; sin embargo, tras la llegada al Río de la Plata (traído por migrantes y comerciantes) fue adoptado por los músicos de la época, quienes le dieron un sentido diferente a su sonoridad.

Las letras propias de este ritmo están escritas en el argot de la época y de las clases sociales bajas que expresan delirios de amor y desamor, denominado lunfardo.

Nacido en plena frontera fluvial entre Argentina y Uruguay, el tango se difuminó por toda Latinoamérica y el mundo, siendo estos países del sur los dueños de este patrimonio.

Evolución por etapas

El Tango de la vieja guardia, con sus mayores expositores: Ángel Villoldo, Roberto Firpo, Francisco ‘Pirincho’ Canaro y Carlos Gardel.

De la nueva guardia con Julio De Caro, Osvaldo Fresedo, Osvaldo Pugliese, Aníbal Troilo, Polaco Goyeneche, Homero Manzi, Santos Discépolo.

Tango de vanguardia: Astor Piazzolla y Horacio Ferrer.

Sin embargo, a partir de 1970, se contempla el período contemporáneo, en el que renace y se afianza hasta el año 2000.

De allí para adelante con la innovación de tecnologías se han hecho fusiones con sonidos electrónicos, naciendo también el denominado electrotango que tiene como exponentes a grupos como Gotan Project o Bajofondo, que lidera Gustavo Santaolalla, pero eso es otra historia.