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“Cada vez que sacan un animal silvestre de su hábitat, lo matan”

“Cada vez que sacan un animal silvestre de su hábitat, lo matan”
Cortesía Fundación Sacha
03 de septiembre de 2020 - 19:58 - Redacción Quito

Podría parecer que no es común que animales silvestres habiten en casas e intenten ser domesticados. Sin embargo, es una realidad que alarma en el país. Desde el 2018, la Fundación Sacha ha recibido 1100 animales silvestres en malas condiciones, producto del tráfico o tenencia ilegal. Únicamente en la cuarentena, 85 especies llegaron a este centro de rescate. 

“No siempre los desenlaces son buenos. De hecho, el porcentaje de éxito es muy bajo, por diferentes motivos, sea por el tema nutricional, porque luego se debe hacer una rehabilitación que implica tener al animal encerrado para que adquiera habilidades, y aparte los recursos son limitados”, señaló Eliana Molineros, directora de la Fundación Proyecto Sacha. Ellos promueven la conservación y protección de la fauna silvestre desde hace dos años. Gestionan recursos para la atención, recuperación y de ser posible, liberación.

“Cada vez que sacan un animal silvestre de su hábitat, lo matan. En la práctica, no va a regresar al mismo lugar, es muy complicado enseñarle todo lo que necesita saber para dejarlo libre; lo que queda probablemente, es enviarlo a un zoológico o centro de permanencia”, indicó. 

Los centros de permanencia de la fauna silvestre son espacios que cuentan con el aval del Ministerio de Ambiente y simulan ser el hábitat para la fauna silvestre. Para el jefe de la Unidad de Protección de Medio Ambiente de la Policía Nacional (UPMA), William Reyes, “un 70% de animales no van a ser reintroducidos a su hábitat original, ya que al ser manipulados o tratados como mascotas ellos pierden su instinto de sobrevivencia.”

En el 2019, rescataron 3 162 especies. Para lo que va del año, 2 315 animales silvestres fueron retirados de domicilios o comercio ilegal a pesar de ser un delito que se encuentra tipificado en el COIP. “Pueden recibir hasta 5 años de prisión cuando se trata de animales silvestres o especies legalmente protegidas”, precisó Reyes. 

El proyecto Sacha se denominó así cuando atendieron su primer caso de rescate. Un tigrillo que era comercializado en Vinces. A Sacha después se le unió Coffee, una nutria que vivió ocho meses con una familia en Yaguachi y falleció al romper el vínculo emocional que creó con su entorno. Se suman otras especies como tortugas, cocodrilos, monos, loros, osos perezosos, culebras, peces y otras. 

“La gente cree que puede mantenerlos en la casa, pero cuando se dan cuenta que la situación no es tan sencilla, ahí deciden entregar a las autoridades y llega a nosotros, a veces ya tarde”, sostuvo la Directora de la Fundación.

Tanto de la Policía Nacional como de la Fundación Proyecto Sacha hacen un llamado a la ciudadanía a denunciar la tenencia, cacería o tráfico de fauna silvestre a través del 911. (I)

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