Un trasplante de córnea devuelve a Bella la esperanza de volver a ver

El problema empezó hace cuatro años. Comenzó con picor en el ojo izquierdo. A los pocos días se le enrojeció y emanaba una secreción amarillenta. Dos semanas después, Bella Paredes se atendió con un especialista y su explicación le provocó depresión y angustia.

“El médico le dijo que una bacteria le perforó la córnea y que estaba perdiendo la vista”, recordó el pasado jueves Keila Mena, su hija, en una sala de espera del quirófano del Hospital de Especialidades Guayaquil Abel Gilbert Pontón.

En el área de Cirugía, su madre era sometida a un trasplante de córnea en el ojo afectado. Estuvo en una lista de espera hasta que la llamaron dos días antes para pedirle que se acerque al hospital a realizarse exámenes y al siguiente le dijeron que debía operarse.

“Mi mamá estaba feliz, nerviosa y sorprendida. Cuatro años pasó mal con su ojo izquierdo, pese a la medicación y a los chequeos. Solo veía sombras. Ella pensaba que no volvería a ver porque tiene deficiencia visual en el derecho debido a su edad. Esta operación no la esperábamos”.

Bella es la primera beneficiada con un trasplante desde la reacreditación que hace 15 días entregó el Instituto Nacional de Donación y Trasplante de Órganos, Tejidos y Células (Indot) al sanatorio para este tipo de intervenciones.

Janeth Bustamante, oftalmóloga de la casa de salud, explicó que (el de Bella) fue el trasplante de córnea número 84 que realiza en el hospital desde septiembre 2012, cuando fue acreditado por primera vez por el Indot. Antes se hicieron hasta 1996.

Según la institución, el 48% de los 322 trasplantes realizados en el país fueron de ese tejido. La cifra aumentó a 71% de los 674 en 2016 y a 68,8% de los 292 efectuados entre enero y mayo de 2017.

La especialista señaló que en lista de espera hay 40 pacientes con cuatro tipos de prioridades: los niños y las personas con discapacidad son los primeros beneficiados. Sin embargo, también existe el código 0, que considera a toda persona con perforación o riesgo de perder el globo ocular por daño de la córnea.

Ese tipo de emergencia se produce por úlceras corneales (micótica o bacteriana) que son refractarias al tratamiento o cuando la córnea está muy débil y a punto de perforarse, lo que también puede ocurrir por un traumatismo.

 Otra causa de trasplante es el queratocono, que “es una ectasia (dilatación) de la córnea que ocurre principalmente en pacientes que sufren de alergia y se refriegan mucho los ojos, dañando el estroma corneal”.

Bella tenía un leucoma, que es una opacidad de la córnea causada por una infección, patología común en personas jóvenes.

El personal del Servicio de Oftalmología del Hospital Guayaquil desarrolla las valoraciones y cirugías a los pacientes derivados de la red de salud pública, basado en los estatutos del Indot. “Hay que determinar que el daño sea básicamente corneal y que el paciente tenga posibilidades de ver”.

Claudia Nieves, líder de Oftalmología, señaló que la paciente salió de la operación en condiciones muy favorables. “Ahora hay que mantener la transparencia del tejido y al llegar el año evaluaremos la parte visual”.

En su casa, Bella se recupera. El nuevo tejido que recibió se adapta a su ojo mientras mantiene la esperanza de recuperar la visión. (I)