Un cubano sueña con números
El cubano Freddis Reyes Hernández es capaz de hacer cuatro multiplicaciones, seis sumas, cuatro cruzamientos y teclear un dígito en apenas 92 centésimas de segundos, gracias a esta rapidez recientemente ganó la Copa Mundial de Cálculo Mental celebrada en Alemania.
Reyes asegura que de pequeño pensaban que estaba loco, pero su espíritu competitivo lo hace siempre buscar un desafío mayor.
“Desde chiquito fui rápido con las matemáticas, soy muy competitivo, eso te ayuda pero también a veces te hace daño porque quieres competir en todo y no siempre le puedes ganar a todo el mundo en cualquier cosa”, para que se estuviese tranquilo sus padres le dejaban que llenara las libretas de la escuela con raíces cuadradas.
Al principio algunos amigos pensaban que se iba a volver loco y le decían que lo dejase, pero él seguía entrenando para tratar de acortar diferencias con los más rápidos del mundo, reconoce que “los números le daban vueltas en la cabeza, constantemente soñaba con números, era muy incómodo porque ibas caminando y los números te venían a la cabeza”.
Apasionado de los deportes descubrió que esa obsesión por los números tenían competiciones, y un día en su casa vio por la televisión como otro cubano compartía su locura y tenía dos Récords Guinnes, en aquel momento solo pensó en superarlo y ahora Freddi Reyes entrena más de cincuenta horas semanales ayudado por un programa informático realizado por especialistas en matemáticas de la Universidad de Holguín.
A diferencia del ajedrez, en los eventos internacionales de cálculo no hay muchos patrocinios, como muchos de los participantes logran que les paguen los boletos aéreos para asistir, se enfrentan casi por honor y la máxima motivación es el espíritu de superación, porque lo que más les gusta es competir.
La rapidez que tienen para las operaciones matemáticas apenas tiene alguna utilidad práctica para la tecnología, la mayoría de los calculistas trabajan en sectores científicos, aunque no se dediquen profesionalmente al cálculo, también hay algunos calculistas que trabajan en bancos financieros haciendo operaciones bancarias, mientras tanto Freddi Reyes vende artesanías a los diferentes turistas que acuden al balneario de Guardalavaca.
En un país que nada queda ajeno a la rivalidad con el vecino del norte, el deporte suele ser el campo de batalla favorito, acostumbrados a las competencias de boxeo o béisbol entre Cuba y Estados Unidos, Reyes asegura que en cálculo el país caribeño está por arriba, incluso uno de los mejores calculistas norteamericanos, Yuniel Viera, es de origen cubano.
Como en el atletismo hay un límite de velocidad que todos quieren batir, pero científicamente el ángulo visual no permite ver tantas fechas y números al mismo tiempo, ese es el límite al que se tienen que enfrentar los calculistas, pero no se dan por vencidos siempre hay retos nuevos, porque Freddis Reyes sonriendo responde que para él cada día es una nueva meta, “es la posibilidad de ser, numéricamente hablando, billones de veces mejor”, concluye.
