Trasplante de útero, la esperanza para mujeres que desean un bebé (Infografía)

Salvar la vida o mejorar su bienestar. Esos 2 preceptos se consideran a la hora de trasplantar un órgano. Hace unas semanas este tipo de cirugías estuvo rodeada por un nuevo hito: una mujer de 36 años en Suecia logró concebir y dar a luz a un niño. Ella, de quien se reserva su identidad, había nacido sin útero y recibió el órgano de una amiga de la familia, de 61 años de edad, que había desarrollado menopausia 7 años antes.

El procedimiento, que terminó en una gestación dentro de lo normal, ha sido denominado de alto riesgo y llevaba algunos intentos en Emiratos Árabes y Turquía, pero sin éxito.

Lo ocurrido en Suecia da esperanzas a mujeres con problemas de malformaciones uterinas y ausencia de útero y que desean ser madres.

Mats Brannstrom, profesor de obstetricia y ginecología en la Academia de Gotemburgo y quien condujo la operación, dijo a la prensa internacional: “Nuestro éxito es el fruto de más de 10 años de investigación intensiva en animales y la formación quirúrgica de nuestro equipo”.

La Academia de Gotemburgo inició con el proyecto de trasplante de útero en 1998 y seleccionó a 9 mujeres. En una de ellas el útero tuvo que ser removido debido a una infección, en el resto el proceso de fertilización in vitro avanza progresivamente.

La paciente trasplantada con éxito sí tenía sus ovarios intactos, éstos habían sido fertilizados antes de la cirugía. 11 de los embriones fueron preservados y un año después insertados en el nuevo útero.

¿Puede esta operación altamente sofisticada replicarse en Ecuador? En el país, las expectativas de implementarla para algunos expertos son altas.

Para el ginecólogo de la Maternidad Sotomayor, Marco Echeverría, el país sí está preparado para adecuarla, “contamos con el material humano capacitado y especialistas de primer orden, además existe la confianza del paciente”.

Datos de la Maternidad indican que un promedio de 5 a 8 mujeres por año presentan ausencia de útero entre las 40.000 consultas ginecológicas realizadas.

Según Echeverría, habría que experimentar el trasplante primero en animales, “no se puede ir directo a hacer cirugías en personas, porque quien operó no está con nosotros, sino en otro continente, la experticia debe hacerse extrapolando los protocolos a un humano”.

Además, el Comité de Ética, en este caso de la Maternidad Sotomayor, debería aprobar la cirugía.

¿Cuánto dura este tipo de intervenciones? Al ser una operación difícil y muy laboriosa, el ginecólogo y oncólogo Francisco Plaza estima que puede tardar entre 10 y 12 horas.

“Se debe contar con un equipo multidisciplinario conformado por ginecólogos, cirujanos generales, especialistas en microcirugía, endocrinólogos, equipo de fertilización in vitro, entre otros”, dice Plaza.

Actualmente la tecnología en las maternidades de Ecuador sí es compatible y puede ser usada para un trasplante de útero. “Hay cirujanos vasculares y de pelvis, solo habría que formar el equipo”.

La ley vigente de donación de órganos otorga posibilidades del trasplante de útero, según Roberto Cassis, miembro de la Sociedad de Ginecología y actual rector de la Universidad de Guayaquil.

La norma actual indica que todo ecuatoriano es un potencial donador luego de su muerte, si no estipula algo contrario antes de morir y esto consta en la cédula de identidad.

Cassis opina que el trasplante es también una oportunidad para las mujeres que nacieron con un útero unicornio, o en forma de T, aquellas que han tenido abortos o quienes han sobrevivido a un cáncer de útero y les ha sido extirpado.

“Lo que sí hemos hecho es cirugías reparadoras, es decir, alguien tiene un útero unicornio, difícil que se embarace, pero son muy pocos los casos”, agrega Cassis.  La mujer donante debe cumplir con ciertos requisitos, como no tener fibromas, un cuello uterino sano, y no haber contraído infecciones o enfermedades de transmisión sexual.

El costo, un obstáculo

Luego de un trasplante de útero y la concepción del bebé, según Echeverría, el órgano debería ser retirado para que el paciente no tome inmunosupresores de por vida.

“No debe pasar más allá de 2 años, debido a que los medicamentos para controlar el rechazo tienen efectos secundarios en otros órganos como el hígado o riñones. La paciente debe ser muy sincera, lo ideal es que cumpla el sueño de ser mamá y esté consciente de que un segundo embarazado implicaría más complicaciones”, explica Echeverría.

En Ecuador, uno de los principales obstáculos para la operación sería el costo, que podría ser de más de $ 100.000.

La revista médica Lancet, que documentó la operación de los investigadores suecos, indica que otros de los inconvenientes para el trasplante serían las críticas de la religión. Para muchos se estaría manipulando un órgano tan sensible como el útero. Además, el trasplante solo sería posible de un donante que haya muerto y luego de esto habría que asegurar la compatibilidad entre órganos y grupo sanguíneo. El nacimiento del bebé en Suecia culmina una investigación surgida en 1998, tras realizarse el primer trasplante de tejidos.

DATOS

El Síndrome de Mayer-Rokitansky-Kuster-Hauser o MRKH afecta a una de cada 5.000 mujeres al nacer, y consiste en la ausencia parcial o total de útero y/o vagina.

Hace 12 años  médicos saudíes intentaron un trasplante de útero en una mujer receptora de 26 años, con otra donante de 46 años, pero el órgano tuvo que ser retirado a los 3 meses.

En octubre del año pasado un equipo turco realizó otro trasplante de una donante fallecida, pero a los pocos meses se produjo un aborto. El trasplante realizado en Suecia ha sido hasta ahora el más exitoso.