Una mujer de blusa roja y minifalda pide uno, dos, tres tragos en un bar... Se  deja contagiar del ritmo de la música de discoteca. Baila sola, en grupo, en el piso y sobre la barra.

Al final, tambaleante, sale del lugar y se embarca en un vehículo conducido por un hombre y su acompañante. Los desconocidos le ofrecen llevarla hasta “donde sea” y el auto arranca.

Este es -a breves rasgos- el guión de un spot publicitario producido por la Secretaría Nacional de Comunicación. La cuña -que ya salió del aire- está enmarcada en la campaña “Reacciona Ecuador”, contra el consumo excesivo de alcohol, y ha producido múltiples reacciones en las redes sociales.

La mayor parte de ellas coincide en que la pieza audiovisual emite un mensaje equivocado respecto al uso de bebidas alcohólicas porque -según critican- se  culpa a la mujer de la violencia de la que puede ser víctima.

“Es un mensaje sexista y moralista por donde se vea. Es decirle a las mujeres “ustedes cuando toman alcohol se vuelven unas putas y luego las violan”. Se traslada la culpa a la víctima, lo cual es muy usual cuando se trata de temas de violencia de género (...) el alcohol te desinhibe, pero no constituye un peligro per se”, indica la activista y ex candidata a asambleísta Silvia Buendía.

“Sí. Hay algo que te puede pasar, pero no es obligatorio que te pase. Eso no puede ser un argumento como para cumplir con una especie de ‘fantasía de castigo”, indica por su parte la psicoanalista Jéssica Jara.

El video fue emitido casi al mismo tiempo de hacerse público el caso de Karina Del Pozo, joven de 20 años asesinada en Quito, presuntamente por un grupo de amigos, creando así -a nivel de opiniones- un paralelismo entre el spot y el hecho criminal ocurrido en la capital.  

“...hay que aplaudir el “timing” de la Secretaría de Comunicación. (...). Karina Del Pozo, el caso que ya se ha convertido en emblemático, estaba en el primetime de todos los canales. Y a la par, el dichoso spot”, indica Rocío Carpio en un texto difundido en el sitio gkillcity.com, titulado “Todo lo que te pasa es tu culpa, por puta”.

Respecto a las reacciones generadas por el spot, el catedrático de la Universidad Casa Grande, Carlos Tutivén, sostiene que es importante no caer en los extremos ideológicos. “Me llama la atención que para combatir una postura extremista -por llamarle de algún modo- se acuda a herramientas argumentadas con igual extremismo, por el otro lado”, explica.