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Solidaridad, presente solo en navidad y ausente el resto del año

Los agasajos a los niños primaron en estos días. Un hombre disfrazado de Papa Noel repartió regalos en un centro de pequeños enfermos. A nivel mundial se observó un aumento del 7% en el voluntariado.
Los agasajos a los niños primaron en estos días. Un hombre disfrazado de Papa Noel repartió regalos en un centro de pequeños enfermos. A nivel mundial se observó un aumento del 7% en el voluntariado.
Foto: William Orellana / El Telégrafo
24 de diciembre de 2015 - 00:00 - Redacción El Telégrafo

Artistas, jugadores de fútbol, colegiales, universitarios, familias, empresarios, políticos, integrantes de grupos religiosos... la lista parece interminable cuando se trata de organizar agasajos navideños. En los días previos al 24 y 25 de diciembre la recolección de juguetes, ropa y víveres se convierte en el pedido que pone a prueba el altruismo. La lista de beneficiados por lo general se repite: niños, adultos mayores, personas con discapacidad, enfermos y los más pobres.

Los donativos van acompañados de fiestas en hospitales, barrios de difícil acceso y casas de acogida. Al parecer todos se sienten ‘satisfechos’. Pero, ¿qué pasa cuando la navidad termina?, ¿enero y los otros meses tienen la misma atención y el espíritu solidario de diciembre?

En el mundo se estima que 140 millones participan de algún tipo de voluntariado o actividad social sin fines de lucro. Lo dice el V Informe sobre el Voluntariado, que cruzó datos de la ONU con otras organizaciones en 2011. El total de estas personas se activa casi por completo en las épocas festivas y en los desastres.

En Ecuador, Driana Heras, directora de la Fundación Sin Barreras (Funsiba), ha constatado la ausencia de colaboraciones en otras fechas distintas a Navidad. La organización trabaja en Guayaquil hace 12 años y se dedica a la atención y acogimiento de personas con discapacidad severa, mayores de 18 años.

“Decir que hemos recibido ayuda permanente durante el año no es cierto, porque en otros meses (que no es diciembre) no hay personas que se acerquen a colaborar con nosotros”.

Heras menciona que los únicos presentes son los voluntarios de las universidades con las que tienen convenio bajo el programa ‘Vinculación con la comunidad’. Ella asegura que los jóvenes de las instituciones superiores son más solidarios, porque además de hacer pasantías, la Fundación les enseña la realidad de las personas que acogen.  Señala que lo importante es hacer una inducción de lo que hace cada organización y para qué trabaja. “A veces existe el temor de si me van a recibir lo que tengo, por ejemplo, unas 10 libras de arroz. Nunca decimos no; si viene desde el corazón hacia los chicos, nosotros la recibimos encantados”.

Pamela Rivera, de 27 años, es parte de ese universo de jóvenes que realiza agasajos navideños. Tiene su argumento: la falta de disponibilidad de tiempo y recursos detiene las actividades en otros meses. Este año, organizó con sus compañeros de trabajo una fiesta para los niños de Monte Sinaí, una de las zonas periféricas de Guayaquil. El objetivo era recaudar 100 juguetes y para lograrlo pidió la colaboración de sus allegados.  “No es la primera vez que hacemos algo por ellos. A los pequeños les encanta participar en festejos y recibir regalos en esta época, nosotros hacemos lo que podemos para de una u otra forma cumplir sus deseos”, expresa.

Sobre el hábito de dar obsequios, el Padre Simón ‘El amigo’ tiene su filosofía: “lo más importante no es dar regalos, sino ser el regalo”. El sacerdote, nacido en la India y cuyo nombre completo es Jogendra Kumar Mahish, dirige la Fundación Kairós en el puerto principal.

El lugar funciona en la Isla Trinitaria desde hace 16 años y trabaja con los niños que sufren abandono o maltrato. Cada año se les realiza reuniones con motivo de la Navidad, pero el Padre Simón asevera que  el éxito es llegar al corazón y no al bolsillo de la gente.

En esta ocasión hicieron un programa para ayudar a los adolescentes involucrados en el consumo de drogas. La idea es incentivar en ellos el deporte y descubrir sus talentos, de tal forma que puedan cambiar sus malos hábitos. Recolectaron 20 mil balones para los chicos.

¿Cómo se cultiva una actitud solidaria? El psicólogo Bolívar Mendoza señala que la generosidad parte tanto la familia como de la presión social, que demanda colaboración (la mayoría de forma monetaria) de las personas.

“Esto no solo sucede en Ecuador sino en todo el mundo, pero cada vez somos más flemáticos en dar ayudas de tipo social, humanitaria y económica”, explica Mendoza. Además al hablar de altruismo, siempre hay un concepto neurobiológico y psicológico, llamado empatía.

Por lo general, las personas son generosas cuando se ponen en el lugar del otro, del prójimo.

Si bien existe empatía, el Padre Simón lamenta que cuando una persona dona algo a su fundación inmediatamente se va. Por eso recalca la importancia de estar constantemente en contacto con la humanidad.  Él fue el propulsor del programa ‘Adopta una familia’, con la intención de que se comparta tiempo y no solo dinero con otros seres más necesitados.

Con la llegada de la navidad también surgen las personas que piden regalos y caridad en las calles. Debido a esto, el MIES (Ministerio de Inclusión Económica y Social) activa una campaña especial para erradicar la mendicidad. El fin, tal como indica el nombre del programa, es ‘Dar Dignidad’, más que obsequios materiales.

Gracias a esta política pública, los casos de mendicidad se han reducido hasta en el 80% desde 2010 hasta el año pasado. (I)

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