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Un sistema de salud para enfrentar la agresión viral SARS-COV-2

Un sistema de salud para enfrentar la agresión viral SARS-COV-2
Carlos Almeida / El Telégrafo
27 de diciembre de 2020 - 22:27 - Dra. Esthela Tinoco

No cabe alguna duda que el virus Sars Cov 2 estaba en nuestro país rondando antes del 17 de marzo, fecha que se declaró la emergencia sanitaria, que las autoridades sanitarias de turno no lo sabían o ignoraron, pero es claro que desconocían totalmente los efectos mortales que produciría el virus y lo sobreestimaron muchísimo, además de esto que el sistema sanitario ecuatoriano, quebrado y administrativamente torpe y muy corrupto no sabría, ni podría enfrentar al monstruo del SARS COV 2.

Situación donde se ha transparentado que las más importantes instituciones que comprenden el sistema de salud MSP, IESS, ISSFA, ISSPOL hay intereses oscuros que desde el nivel central han dirigido su marcha desde muchos años atrás. La emergencia sanitaria vislumbra de forma asertiva cómo los médicos y el equipo de salud entero, fueron los que cumpliendo el juramento hipocrático han puesto alma, corazón y su vida en especial, para enfrentar el desastre epidemiológico. Como resultado de esto, al momento, según cifras del Colegio Médicos Provincial, ya más de 100 médicos muertos solo en Guayas.

Lo ocurrido en esta pandemia trasluce la necesidad urgente que en salud no puede primar ningún interés político, económico peor partidista, que es primordial manejar de forma trasparente con criterio técnico y científico como lo hacen los sistemas de salud más desarrollados y Normas ISO, de estas las más exigentes este sistema. En este contexto las universidades y las facultades de las ciencias de la salud deberían estar íntimamente ligadas al quehacer constante de este sistema de salud. Con un presupuesto adecuado, con mujeres y hombres capacitados, sin historia de corrupción e idóneos; lo más importante de una sociedad es la salud, que tiene en sus manos lo más preciado del planeta tierra que es la vida de los seres humanos, escribiría otra historia en nuestro país.

En este momento de pandemia citar el artículo 32 de la Constitución, donde reza textualmente que la atención primaria de salud es la base sobre la que se sustente el sistema sanitario hace necesario su cumplimiento. Analizamos y razonamos.

¿Ustedes creen que hubiésemos colapsado de la forma como colapsamos en especial los meses de marzo y abril en Guayaquil, donde los muertos ya no había cómo contarlos, tirados en las veredas, donde hasta la fecha no sabemos la real dimensión de lo ocurrido, donde se habla que muchos fueron enterrados en patios o en las tierras de los familiares, porque no tenían para entregar el dinero a las funerarias?

La respuesta es evidente si existiera un sistema de salud, donde cada 1.000 familias tengamos dando consulta al médico y el equipo de salud en su conjunto; donde el médico conozca cuántas embarazadas existen en esas familias, cuántos diabéticos, personas con discapacidad, pacientes con enfermedades crónicas degenerativas, niños, familias disfuncionales existen. Donde el equipo de salud trabaje diariamente monitoreando, curando, educando, rehabilitando la salud de estos pacientes, y unido con las universidades en un trabajo conjunto. Y que se dirija el sistema sanitario en una medicina preventiva la historia en el Ecuador se escribiría de otra manera en esta pandemia.

Se fundamenta nuestro señalamiento y crítica a este sistema sanitario ecuatoriano, porque científicamente se demuestra que el costo entre prevenir y curar significa 10 a 1.

Es evidente entonces que las consecuencias fatídicas de esta pandemia que hoy vivimos no serían de la magnitud ocurrida si tuviésemos presente que en salud no se puede jugar ni poner precio a las vidas de las personas. Aquí no se puede hablar de política, o de intereses personales o económicos de grupos, por lo tanto aunque no les guste a algunos, la medicina debe ser socializada y el sistema de salud igual.

Si tuviésemos ese tipo de sistema de salud, enfrentar al monstruo de virus sería más fácil, comprender esto es muy factible, pero mientras primen los intereses personales económicos y políticos ciertas élites iremos al fracaso.

La historia se dice se escribirá antes y después de la pandemia, esperemos seguir escribiendo lo que resta, sin la vida de cientos de profesionales de salud y seres humanos en general, es lo que los médicos y el equipo de salud entero espera. (O)

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