Reino Unido, Irlanda y Francia se preparan para el empaquetado neutro de cigarrillos

Las leyendas como ‘fumar mata’, ‘causa impotencia sexual’, ‘cáncer’, junto con imágenes de órganos afectados, así como los impuestos no han dado aún el resultado esperado: reducir el consumo de cigarrillo. Al contrario, las muertes relacionadas al tabaco continuaron cada 6 segundos en el mundo. Ahora la Organización Mundial de Salud apuesta por el empaquetado neutro, sin marcas o colores que identifiquen el producto, con el fin de erradicar el hábito de fumar.

Hoy en el Día Mundial Sin Tabaco varios expertos consultados explican cómo impactará esta medida. Para ello, la OMS ha pedido a todos los países que se sumen a lo que ya aplica Australia. Otras naciones como Irlanda, Reino Unido y Francia aprobaron en 2015 leyes para usar cajetillas neutrales. En mayo la medida entró en vigor. José Cevallos, neumólogo del Hospital Guayaquil, está de acuerdo con la propuesta de la OMS.

“Tengo la esperanza de que esta vez sí sea suficiente. Puede ser que este empaquetado sea mucho mejor, pero la forma ideal de evitar este mal hábito empieza en el hogar. Los niños imitan lo que hacen los padres. Si tiene un fumador en casa, eso va a ser normal para ellos. Por eso lo primero que hay que hacer es educar a la familia sobre los daños que produce el tabaco”.

Agrega que el impacto dependerá del nivel cultural de la persona y del trabajo de los doctores al educar a la comunidad. El publicista Fernando Añez, quien estuvo en una época a cargo de la cuenta de Marlboro, asegura que esta medida debilitará las marcas de tabacos que, según él, ya han sido castigadas. Explica que cuando se construye una marca, se adoptan valores visuales y beneficios.

“Todos estos valores intrínsecos se limitan con el empaquetado neutro. Cómo puede transmitir algo si no puede poner los colores. A largo plazo las nuevas generaciones no van a poder identificar la marca”. Asegura que la gente acostumbrada a fumar lo va a seguir haciendo, pero será el segmento joven el que va a cuestionar o enfrentar esta estrategia de salud.

“Empecé con uno, hoy fumo una caja”

José Miguel (prefiere no decir su apellido) tenía 18 años cuando aceptó la invitación de un tabaco de parte de su primo. Al mes ya había comprado su primera cajetilla, cantidad que hoy fuma a diario, y gasta mensualmente entre $ 90 y $ 150, dependiendo del lugar donde compre.

El joven no ve el empaquetado neutro como una amenaza. “Al contrario, ahora con esto veré más limpio y le quedaré agradecido a la OMS porque lo veía como una falta de respeto que te pongan esa imágenes tan cruda y horrible de un pulmón deshaciéndose. Uno tiene el derecho de tomar su decisión de fumar o no”. Reconoce que es un adicto al cigarrillo. En ocasiones cuenta que se desespera cuando ve que le quedan solo 3 tabacos, “no importa la hora, y salgo a comprar”.

Según el psiquiatra José Valdevila, médico tratante de la Unidad de Conductas Adictivas, el fumar deja de ser un hábito cuando la actividad se vuelve una necesidad y se convierte en una dependencia.

El problema se divide en 2 tipos: psicológica y física. “La primera aparece en función de muchos factores, de la exposición continua a la sustancia, de la dinámica que le permita acceder a ella y de una serie de cambios sociales que le impone el consumo de la sustancia. Mientras que la física se siente cuando el organismo le demanda su consumo a través de manifestaciones como dolor de cabeza, falta de concentración, insomnio y otros síntomas”, explica Valdevila.

Cevallos explica que el cigarrillo es un objeto dañino que causa enfermedades no solo a nivel respiratorio, sino también a nivel digestivo. La relación de esta droga -dice- con otros cánceres se ha ampliado.

Hoy no solo está vinculado al cáncer de pulmón, sino también al de páncreas o vejiga. Indica que la sintomatología no ocurre de inmediato, debido a que la estructura pulmonar de una persona es amplia con alrededor de 300 millones de alvéolos y que para destruirlos se necesitan muchos años de fumar. “Puede darse en 10, 20 o 30 años”.

Otras afectaciones del tabaco se reflejan en los hijos de fumadoras activas. Katiusca Hernández, directora del hospital Mariana de Jesús, indica que al nacer, los bebés de madres adictas al cigarrillo tienen niveles altos de nicotina. (I)