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Las locas, las exageradas, las muertas

Las locas, las exageradas, las muertas
19 de julio de 2020 - 00:00 - Justin Pincay Pazmiño

Un nombre llamó la atención esta semana en los tópicos de Twitter Ecuador: Emma Guerrero. Varios videos donde aparecía teniendo sexo con un hombre fueron difundidos por redes sociales. Ambos son actores. Los videos se consumieron como pan caliente. Hombres y mujeres solicitaban los videos, otros los ofertaban a cambio de likes. Hombres y mujeres escribían su “decepción” sobre Emma. Hombres y mujeres sentenciaron a una mujer adulta por tener relaciones sexuales consentidas y grabarse. Páginas de farándula hablaban del video “porno”,  donde unos tres párrafos eran sobre Guerrero y quizá uno sobre el actor.

Iniciemos dejando claro el marco legal: el Código Orgánico Integral Penal, en su artículo 178, sanciona con una pena privativa de libertad de uno a tres años a la persona que sin contar con el consentimiento o la autorización legal difunda o publique datos personales, mensajes de datos, voz, audio y video. Esto es violación de la intimidad. Todos y todas los que difundieron ese video contribuyeron con este delito. Pero internet es tierra de nadie y el patriarcado lo disfruta.

Ser mujer adulta con vida sexual activa en esta sociedad machista es ser un blanco más de violencia. Y si además te grabaste y se difundió, la masacre social es de cajón. Amigos y amigas que me leen, una vez más les vengo a hablar de violencia de género y hoy me permito analizar las frases más repetidas alrededor de una polémica centrada en una mujer teniendo sexo consentido con un hombre.

“La peor enemiga de una mujer es otra mujer”: Los machistas la susurran con una mano atrás y otra delante, encogiendo los hombros, sonriendo de lado. Ser machista no es algo exclusivo de hombres. Las mujeres también tenemos sesgos machistas. Hoy quiero recordarles que el peor enemigo de una mujer es el sistema patriarcal que forma hombres y mujeres que señalan con el dedo a la mujer que ose disfrutar de su sexualidad. 

“Que tire pero que no se grabe”: Todos y todas tenemos derecho a ejercer nuestra libertad sexual sin presiones, burlas o amenazas. Tenemos derecho a grabarnos si queremos. Tenemos derecho a enviar y recibir fotos con contenido sexual privado previo consentimiento. Y nadie tiene el derecho de difundirlo, violando la privacidad, y haciendo mercancía de ello.

“Este tema nada tiene que ver con el machismo, me tienen harto”: Debo confesar que es mi favorita. Incomodar a los sanos hijos del patriarcado con los reclamos sobre la decisión de nuestros cuerpos es una de las actividades diarias en la agenda feminista. Es increíble cómo se hartan de leernos reclamar, y no se hartan de vernos violentadas. Increíble. Y claro que todo el tema tiene que ver con el machismo. Todo. Desde juzgar a la mujer, insultarla, recordarle que ahora es menos mujer, hasta difundir sus videos. El actor pidió respeto para ella porque sabe que la apedreada iba a ser Guerrero, no él. El nombre que más circuló acerca del video con contenido sexual fue el de Emma, no el de él.

“Están exagerando en sus reclamos, es solo un video difundido, no es para tanto”: La violencia machista inicia con la humillación y termina en asesinato. El patriarcado prefiere ver mujeres muertas, que mujeres reclamando en redes sociales. Exageramos antes de ver más derechos vulnerados.

“Ella se lo buscó y ahora se está victimizando…”: Esta frase quizá es la más dolorosa. Es bastante común escucharla después que asesinan o violentan mujeres. La culpa recae en nosotras, pase lo que pase. Si nos drogan, es nuestra culpa por confiar. Si nos violan, es nuestra culpa por ponernos esa falda. Si nos hacen pedazos en redes sociales, es nuestra culpa por dejarnos grabar. Y reclamar y denunciar los abusos, para el patriarcado se traduce en victimización. Para su mala suerte, le dejamos de tener miedo a sus ataques y el silencio ya no es opción.

Emma Guerrero, en su cuenta de Instagram, dijo que era una mujer adulta de 26 años y que no tenía nada de qué avergonzarse. Tiene razón. También dijo sentirse víctima y quienes defendemos los derechos de las mujeres, sabemos que lo es.

Las consecuencias de este tipo de violencia digital suelen ser sicológicas pues desencadenan acoso, hostigamiento y discursos de odio hacia quienes aparecen en videos o fotos de contenido sexual. Y recae con fuerza particularmente sobre las mujeres. La discusión en estos casos debería darse siempre a favor de la víctima, de los derechos a la privacidad, y del goce. Lastimosamente, las redes sociales y los programas de farándula llevaron el tema al morbo y a la culpa.

Hay tarea en esto para todos y todas. Hay programas y consejos en internet para tener intercambios sexuales seguros y responsables en línea, para que seamos menos vulnerables de caer en este tipo de violencias; aún debemos cuidarnos entre nosotras porque el Estado sigue siendo machista y patriarcal. Es un problema de fondo, pero nuestra sociedad no quiere alzar la piedra porque salen cucarachas.

Somos las putas, las exageradas, las locas, para luego ser las muertas. Un último comentario a analizar: “las feministas están defendiendo a una mujer que no es feminista y que está disfrutando de la atención”; a esto solo puedo decirles que el feminismo defiende a todas las mujeres incluso a quienes no militen en el movimiento. Porque hoy fue Emma, ayer fue Vanessa, mañana puede ser mi hermana, la hija de mi amigo, o yo. Porque quiero que también reclamen conmigo. Porque hoy me queda más claro que nunca que si es con una es con todas. Se va a caer. (O)

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