Un total de 214 niños de ocho fundaciones de ayuda a personas con discapacidad recibieron la mañana de ayer -en el Parque Histórico de Guayaquil- un homenaje por parte de la Unidad de Equitación y Remonta (UER) de la Policía.

Se trata de menores que sufren algún tipo de discapacidad intelectual o motriz y que reciben regularmente sesiones de equinoterapia en la UER.

El capitán Cristian Granja, jefe (e) de la Unidad, explicó que se trata de un agasajo atrasado por el Día del Niño, el cual no se pudo realizar debido a inconvenientes con la logística y la agenda de actividades.

“Hemos visto justo y necesario realizarles un homenaje a los niños para expresarles nuestra gratitud por permitirnos darles un servicio y también a los padres que son los que luchan a diario para sacarlos adelante”, indicó.

Con este objetivo, el personal policial, en colaboración con centros educativos y la empresa privada, prepararon un show artístico con payasos, malabaristas, comediantes, bailes y concursos.

También se reservó un espacio para caritas pintadas y se entregaron refrigerios y obsequios a los presentes.

Irene Bazante es madre de una menor de 13 años que sufre de síndrome de Down.  Contó que desde que su hija comenzó a recibir el tratamiento en la UER, su progreso se ha hecho evidente rápidamente.

“Hay que estar conscientes de que se trata de una terapia a largo plazo, pero hace unos meses que retomó la equinoterapia ha mejorado su postura, ha perdido el miedo a los animales y ahora se muestra dispuesta a socializar más con otros adultos y niños”, reveló.

El agradecimiento fue para la Policía por prestar este servicio a la comunidad, en beneficio de niños que presentan dificultades en su desarrollo intelectual.

También expresó gratitud Jéssica Albuja, coordinadora de la Fundación Albuja. Ella indicó que actualmente son 50 niños de esta institución los que se benefician de la iniciativa policial.

La Fundación ofrece terapias físicas a personas con discapacidad y la equinoterapia es un complemento importante para que los menores mejoren y logren autonomía en sus funciones motrices.

 Tras el show artístico, que incluyó concursos de baile, canto y números de comedia, se entregó un obsequio a todos los niños asistentes, quienes desbordaban alegría al recibir el regalo. (I)