Museo de Cañar conserva los oficios artesanales
En el museo “Edgar Palomeque Vivar”, ubicado en la Casa de la Cultura de la provincia de Cañar, se exponen los oficios tradicionales y sus protagonistas.
El barro es uno de los materiales que más se ha trabajado en el pueblo cañari desde el tiempo precolombino. Ellos tenían una técnica que consistía en tomar un par de martillos, uno cóncavo y otro convexo.
“Cogían uno en cada mano y le daban forma al barro, hasta que creaban la vasija, la olla o lo que deseaban hacer”, detalla Olga Romero, responsable del área de museos de la Casa de la Cultura de Azogues.
Aún hay mujeres en la parroquia San Miguel de Porotos que mantienen viva esta tradición, aunque están mayores y aseguran que las nuevas generaciones no quieren aprender.
Las piezas elaboradas con la técnica ancestral están expuestas en el museo, así como las herramientas con las cuales trabajaban.
En el tejido de ponchos, chales, fajas tradicionales, se usan también técnicas artesanales más destacadas y es otro de los oficios que tiene un espacio en la representativa exposición.
Se exhiben telares de cintura que son hechos con palos de madera y que se usan para darles forma a las prendas de vestir.
Sin embargo, en el recorrido explican que para elaborar el tejido se cumplen algunos pasos previos.
María Tenesaca, quien es tejedora experta, explica que lo primero que se hace es cortar la lana del animal, ya sea alpaca, vicuña o de oveja.
Luego se elabora el hilo, que lo hacen las “jaladoras de guango”, y posteriormente tiñen el hilo con tintura vegetal. “El proceso es el mismo que hacían los cañaris”, asegura Romero durante la visita.
Adicionalmente, hay oficios en los que el influjo andino creó una manera particular de hacer las cosas en tiempos coloniales.
Estos guardan importantes rastros de lo ancestral, así como la hojalatería, el tejido de sombrero de paja toquilla, y los sombrereros también son parte de la muestra.
Además, se puede disfrutar de la recreación de una feria de pueblo con toldos y artesanos, quienes comercializan sus productos.
Las 300 piezas que se exponen fueron elaboradas con cerámica, concha, hueso, metalurgia y piedra tallada. (I)
