Ecuador, 24 de Abril de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Comparte

Las mishas, un juego de la era precolombina que aún perdura

El nombre de la competencia proviene de la denominación (misha) que reciben los granos de maíz cuyo color es diferente al tradicional, el amarillo.
El nombre de la competencia proviene de la denominación (misha) que reciben los granos de maíz cuyo color es diferente al tradicional, el amarillo.
Foto: Diario El Tiempo
04 de abril de 2020 - 00:00 - Redacción Diario El Tiempo

Durante la época de las cosechas, una costumbre en comunidades rurales era practicar el juego de las mishas. Es el nombre que recibían los granos de maíz de color azul oscuro, morado o negro.

Después de recolectar las mazorcas, los mingueros se sentaban sobre la “calcha” (montículo formado con las plantas de maíz recolectadas) y abrían el pucón o base de la mazorca con un palo puntiagudo o un clavo. Entonces procedían al desgrane mientras buscaban los granos de color distinto al blanco. El ganador era quien acumulaba más mishas.

“En tiempos antiguos, jugaban a las mishas entre familias o entre comunidades. Quien perdía tenía que asar cuyes, gallinas y dar chicha de jora tierna, para los sedientos cosechadores. En otras ocasiones, quien ganaba el juego tenía derecho a llevarse parte de la cosecha de maíz, haba y poroto (fréjol)”, señala Patricio Matute en su libro Alimentos sagrados que sanan.

Este juego milenario se escenificaba en todo el Tawantinsuyo en tiempos de cosecha, pero tenía diferentes nombres y reglas. Era una forma incaica de desgranar más rápido y en forma lúdica las grandes plantaciones.

En la actualidad, debido a los cambios que se han dado en los sectores rurales, producto de la migración y del poco interés de las nuevas generaciones sobre la labor agrícola, el juego de las mishas ha ido perdiendo terreno.

Sin embargo, según datos del Sistema de Información del Patrimonio Cultural Ecuatoriano (Sipce) hay lugares donde aún se conserva la tradición; entre ellos, la parroquia Paccha, Delegsol en el cantón Chordeleg y en las parroquias Zhidmad, Daniel Córdova y Jadán del cantón Gualaceo, en Azuay.

De acuerdo con el Sipce, el juego es una ingeniosa forma de acelerar y amenizar el desgrane del maíz, al tiempo que se estrechan los lazos entre los pobladores que participan de la minga. Existen variantes. En algunos casos el juego termina cuando alguien completa hasta 10 o 12 mishas y diga en voz alta “¡misha!”. (I)

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media