Un meme es una imagen en la que encontramos texto inmerso que nos muestra humor con un toque sarcástico. En la actualidad,  una situación de cualquier índole puede ser objeto de memes, es así que ni personajes como el presidente de EE.UU., Donald Trump, y el papa Francisco, están exentos de ser convertidos en uno.

El término meme tiene su origen gracias al científico evolucionista Richard Dawkings, quien en su obra El gen egoísta (The Selfish Gene) cataloga al meme como la unidad básica de transmisión de cultura o unidad de imitación.

Los memes no son recientes, y se cree que los dos primeros datan de la década del noventa y no eran imágenes sino videos. El primero es Hamster Dancing, un video de animaciones en el que 392 roedores bailan y realizan distintos movimientos con un fondo musical, el otro es All Your Base Are Belong To Us, que surgió para hacer referencia a la llegada del año 2000.

Gracias a la accesibilidad del internet, por medio de los smartphones, estas publicaciones se  vuelven virales.

Para Andrés Morales, psicólogo de la Unidad Fiscomisional  Tepeyac de Fe y Alegría, el impacto psicológico que un meme puede causar en la persona cuando es objeto de burla puede ser fuerte y llega también a afectar a sus familiares, amigos y colegas.

En la sociedad los memes se clasifican por la edad, estrato social y entorno del individuo. El sociólogo Homero Ramírez comenta que el hombre los utiliza como medio de comunicación y estos tienen su público específico, pues una de estas creaciones, que disfruta un joven, no causa el mismo impacto en un adulto.

Pueden ser utilizados como un pasatiempo y en algunos casos sirven como herramientas de negocios. 

Con quince años de experiencia Markos Moreno, consultor de marketing digital y Director de la agencia digital Markosting, dice que el uso de los memes en el ámbito comercial busca “conectar con la audiencia” y generar la viralización de un mensaje para entrar en la mente y en la memoria de un consumidor potencial. (I)