Los millennials buscan otra cultura laboral
Cecilia Rodríguez, de 20, convirtió la habitación de su departamento en una pequeña fábrica.
En el sitio tiene una computadora (que utiliza para crear diseños de su marca ‘Chechi’) y materiales para personalizar regalos.
Ella confecciona almohadas e imprime imágenes en jarros, llaveros, rompecabezas, gorras, celulares y alcancías. Usa máquinas, pinceles y pinturas de tela.
La veinteañera lleva 3 años y medio en el negocio, que empezó cuando se graduó del colegio.
Sus artículos, actualmente, son distribuidos por el país a través de pedidos en su cuenta de Instagram. “Me compré un carro a punta de almohadas”.
Ella no imagina la vida ‘encerrada’ en una oficina y bajo las órdenes de un jefe. Prefiere administrar su tiempo. “De esa manera estudio en las noches y creo nuevos productos”.
Justamente, la encuesta internacional de LinkedIn (red social de profesionales) revela que la expectativa laboral de los jóvenes nacidos entre la década del 80 y 90 (millennials) no es ‘hacer carrera’ en una compañía. La consulta incluyó a 13.300 miembros del grupo etario.
Los resultados destacan que el 30% de millennials proyecta que estará fuera de la compañía (donde laboran) dentro de un año. Dicha ‘migración’ es superior a la del grupo nacido entre los 60 y 80 (21%) y al del 40 y 60 (17%).
La estadística señala que la generación del milenio no está ‘casada’ con sus funciones actuales y explora otras oportunidades.
Los primos Giuseppe y Sharon Constantine coinciden con ese perfil. Hace dos meses trabajan en su propia agencia de publicidad: La Fresh Agency.
Sharon, de 21 años, recuerda la promesa que se hicieron. “Si salía una oferta de trabajo, no la tomaríamos porque queremos emprender y triunfar”.
Ella, en su primer empleo, experimentó la relación de dependencia en un call center. También realizó prácticas preprofesionales en una agencia de publicidad. No le gustó. “El trabajo en oficina (call center) es rígido. Tenía que cumplir 8 horas. Cuando terminé las pasantías pidieron que me quede, pero les dije que deseaba emprender”.
El grupo no funciona sin redes
La encuesta cuantifica que el 93% de los millennials desea nuevas oportunidades de empleo y el 66% hablaría con un reclutador de talento humano.
Grecia Logroño, gerente consultor de Recursos Humanos en Sosa Corp, explica que la nueva generación no desea quedarse 15 años en una empresa, porque la época en la que nacieron cambia rápido. “Las compañías deben escucharlos. A los millennials les gusta expresar lo que piensan”.
Asimismo, el consultor de Recursos Humanos, George Saavedra, manifiesta que la empresa debe aprovechar la vinculación del colectivo con el big data. “Pierden esa virtud si están en lugares sin redes sociales, ni internet. Las compañías necesitan que los pongan en proyectos digitales”.
Las empresas deben adaptarse
El 30% de la generación del milenio -de acuerdo con la encuesta- considera que el trabajo debe tener un propósito.
La cultura y los valores son dos aspectos que desean conocer.
Por esa razón, son propensos a aceptar un nuevo trabajo, debido a una mejor compensación y beneficios: horarios flexibles, capacitaciones y almuerzos gratis.
Para Logroño hay industrias con reglamentos de hace 15 años. “Hay que cambiarlos y flexibilizarlos debido a los intereses de la nueva generación”.
Por su parte, Saavedra opina que un millennials jamás se adaptará a una organización sin redes sociales y con internet bloqueado. Ellos son críticos, exigentes y volátiles. “No permiten que les coarten el desarrollo”.
Esto -según Saavedra- cambia el paradigma del empleado: uno con diferentes trabajos en su hoja de vida ya no refleja inestabilidad. “Como se creía antes”.
Los especialistas en Talento Humano coinciden en que las compañías deben entender que ya no contratan a una persona para toda la vida. “Hay empresas con programas para 3 o 4 años de trabajo. “Depende de ellos retener a ese talento joven”.
Para Ana Huayamabe, del Centro de Promoción y Empleo (Ceproem) de la Escuela Politécnica del Litoral, las nuevas generaciones aprenden en las organizaciones, se desarrollan profesionalmente y se van del país o a estudiar una maestría.
Ella explica que capacitan 100 estudiantes al mes para que ocupen plazas laborales y aprendan que los empresarios no solo esperan conocimientos de la especialización, sino que tengan otras habilidades (liderazgo, comunicación, trabajo en equipo, responsabilidad y automotivación).
Cecilia Rodríguez y Giuseppe Saavedra consideran que sus proyectos personales rendirán más. Ella lo ve como la única opción para tener un ingreso propio; mientras que él espera cambiar la sala de casa por una oficina. (I)
