Mascotas fueron bendecidas en Guayaquil por el Día Mundial de los Animales
Abigail Neira llegó a la plazoleta de San Francisco acompañada de su sobrina y de sus perritos Roco y Rihana. Era la primera vez que acudía a un evento similar, pero cuando por redes sociales se enteró de que iba a realizarse una ceremonia para bendecir a las mascotas, supo que debía ir.
“Me parece una actividad muy bonita, pues los perritos también hacen parte de la familia”, afirmó la mujer, quien recibió a Roco hace un año y 7 meses y desde entonces él se ha convertido en un pariente más.
Dijo que siempre lleva a los animalitos a lugares donde se puedan recrear. Y la ceremonia le pareció una excelente forma de integrarlos.
Roco y Rihana fueron parte de las docenas de perros y gatos que recibieron la bendición la tarde del jueves 4 de octubre en la plazoleta ubicada en la avenida 9 de Octubre y Pedro Carbo,
La ceremonia, presidida por fray Carlos Amendaño, se realizó para conmemorar el Día Mundial de los Animales, que se oficializó el 4 de octubre en honor a San Francisco de Asís, patrono y protector de los animales.
Perlita Andrade, de un año, llegó con su madre humana, Esperanza Andrade. “Élla es un ser vivo y también merece las bendiciones pues es una parte de mi familia. Hay que darles amor, cariño, cuidarlos”.
Raquel Ramírez tiene a Blacky hace 10 años. El perrito iba a ser eutanasiado en Puerto Rico y por eso lo enviaron a Ecuador. Foto Lylibeth Coloma
Blacky, un viejito de 14 años, estuvo acompañado de Raquel Ramírez. Él es un sobreviviente. Llegó a Guayaquil hace 10 años “huyendo” de Puerto Rico, donde querían eutanasiarlo pues mordió a alguien.
“Unos familiares, para salvarlo, me lo enviaron por avión. Desde entonces lo tengo conmigo, es un perrito muy tranquilo”, comentó Raquel mientras cargaba a su compañero de años.
El momento de la oración fue conmovedor. Los asistentes levantaron en brazos a sus amigos peludos mientras el padre Amendaño decía: “bendice Señor a estos ciudadanos de cuatro patas y a cada persona aquí presente”.
Luego las personas subieron a la tarima donde se encontraba el religioso, llevando a sus mascotas en brazos para que recibieran la bendición sacerdotal.
El sábado 27 de octubre se realizará una nueva ceremonia en el parque Samanes, para que asistan quienes no pudieron ir esta vez por ser un día laboral. (I)
Muchos de los animalitos llevaban su "ropa de calle" y eran cargados por sus dueños, que los ven como parte de la familia. Foto Lylibeth Coloma
