Los trasplantes pediátricos se incrementaron este año

En 2011 se registró un total de 24 trasplantes pediátricos, mientras que hasta septiembre de este año se han dado   188 casos. Una de las razones para el aumento -según información oficial- es la estrategia del donante vivo, que es  cuando una persona decide regalar voluntariamente uno de sus órganos. Esos son los casos de Stuart Ortiz y Lisbeth Andrango.

Los 20 centímetros de cicatriz no son impedimentos para que Stuart, de nueve años, siga jugando fútbol y básquet con sus compañeros del Colegio Israel, pero con precauciones. Su madre, Ana Durango, contó que hace un año su hijo padecía de presión alta, hemorragias, fiebre y no tenía apetito. En un inicio los médicos le habían diagnosticado anemia, pero posteriormente confirmaron que padecía de insuficiencia renal crónica terminal.

Stuart estuvo en diálisis por seis meses en el Hospital Baca Ortiz, después de pasar por cuatro centros, en los cuales no hubo una solución para su caso, hasta que en mayo del presente año recibió su trasplante de un donante vivo en el Hospital Metropolitano. “Mi hijo ingresó a las siete de la noche y cinco horas después su organismo rechazó el riñón. Tres horas después de la primera operación, comenzó la segunda”, afirmó su madre.

Pese a que Stuart pasó varias semanas aislado para recuperarse, recibió gran apoyo por parte de sus compañeros y no descuidó la lectura ni el dibujo. “Para mí es un milagro tenerlo a mi lado. Pese a que hubo un terremoto que vino a cambiar todo, pude sacar algo bueno, nos unimos más”, manifestó su madre.

Lisbeth Andrango es otro caso exitoso de trasplante pediátrico. A esta joven, de 16 años, le detectaron insuficiencia renal en 2009, año en el que se sometió a varios exámenes para salir del país y tratar su enfermedad visual -nigtagmus-. “Mi hija estuvo en diálisis un año tres meses y fue una pesadilla. Ella tenía miedo de someterse a un trasplante y tres días a la semana estaba conectada a las máquinas por tres horas”, afirmó Edwin, su padre.

El 20 de mayo de 2011 después de una operación de cuatro horas, la vida de Lisbeth y la de su familia cambió. Pudo asistir al Instituto de Ciegos Mariana de Jesús, en el que aprendió a escribir y leer en braille. Ahora aprende a tocar el piano en el Conservatorio Nacional de Música. “El trasplante marcó mi vida para bien, porque ya puedo ir a clases y jugar. Me demoro 10 minutos en escribir una carta en braille y ya puedo tocar cinco canciones en piano”, dijo Lisbeth.

La doctora Diana Almeida, directora del Instituto Nacional de Donación y Trasplante de Órganos, Tejidos y Células (Indot), afirmó que en el país hay 6.000 personas que se encuentran en proceso de diálisis. “Cuando a una persona se le daña el riñón, este órgano ya no cumple su función, por esta razón la persona requiere de una máquina que filtre la sangre”, explicó Almeida.

La directora explicó que la Indot administra una lista de espera a nivel nacional, mediante la cual se asignan los órganos basándose en criterios médicos y técnicos. “La Indot genera los órganos, tejidos y células para los trasplantes y coordinamos con las instituciones de salud públicas o privadas”, agregó.

Un caso de trasplante reciente es el de Brandon, de 10 años. Sus padres Wilmer Toca y Liliana Cóndor al ver el enrojecimiento y lagrimeo del ojo derecho de su hijo, acudieron al Club de Leones y a la Fundación Vista Para Todos, donde les informaron que Brandon tenía herpes y que había perdido la córnea.

Ante la noticia, acudieron al Hospital Metropolitano en el que Brandon estuvo en tratamiento para combatir el virus. Transcurrido el tiempo llegó el momento de buscar un donante de córnea. “Fui el 11 de marzo a la Indot a dejar los papeles. El 13 de abril me llamaron a decir que ya tenían córnea para mi hijo y que la operación sería dos días después”, manifestó Wilmer.

La recuperación de Brandon ameritó muchos cuidados. Por seis meses no pudo hacer ejercicio físico, usó de manera permanente gafas y reposó en su  cuarto oscuro porque no podía recibir luz, ni viento ni   polvo. “No me adaptaba en la casa porque solo pasaba acostado y me sentía débil”, comentó Brandon.

Sobre el trasplante de córnea, el Dr. Wilson Mantilla -jefe de Servicio de Oftalmología del Hospital Baca Ortiz- afirmó que en este año se han realizado 16 trasplantes en el nosocomio. “El rango de edad va de dos a 14 años y para que no haya complicación el equilibrio biológico del niño debe estar al ciento por ciento”.