Los libros son la debilidad de Juan Cristóbal Cárdenas

Licenciado en Comunicación Social, sus padres y tíos fueron maestros toda su vida y como dice Juan Cristóbal Cárdenas, mejor puntuado en el país en Lengua y Literatura, “las letras se llevan en la sangre”. No es la primera vez que es reconocido, hace tiempo ganó un premio luego de escribir una pequeña obra denominada Águila presa. En ella contaba la vida de un privado de libertad que estuvo detenido por tráfico de droga en la ciudad de Cuenca. El trabajo le tomó dos semanas, visitó en la antigua cárcel al detenido y su trabajo fue reconocido.

Diez años después un anuncio vuelve a “sacudir” su vida, pero esta vez con más fuerza. El presidente Rafael Correa en su Enlace Ciudadano lo nombró y dijo públicamente que es el mejor en Lengua y Literatura de octavo a décimo año de Educación Básica, al alcanzar 960 puntos, puesto que fue compartido con un educador de la provincia de Loja.

Su madre, Elza Carrión, fiel seguidora del Presidente, estuvo escuchando la sabatina y cuando oyó el nombre de su hijo no hizo más que coger el teléfono y llamarlo para comunicarle la noticia. “Fue un momento feliz, imagínese”, dijo el mejor puntuado, mientras su esposa Mónica Chacha también recibió la noticia.

El maestro que trabaja en la escuela San Joaquín, en las afueras de Cuenca, es amante de las obras del escritor ecuatoriano Jorge Icaza, pero sobre todo de su libro, Chulla Romero y Flores; por ello recomienda a todos los maestros leer esta obra ecuatoriana, pero también gusta de la obra A la Costa, de Luis Alfredo Martínez.

Pero los escritores internacionales también están en su pequeña biblioteca, como es el caso de Umberto Eco y su libro El Péndulo Foucault, que tiene 800 páginas y que ha sido leído por Cárdenas, obra que también es recomendada a los estudiantes, sobre todo de secundaria.

No solo libros llenan su hogar, también instrumentos

Cárdenas es un hombre polifuncional, como dicen en el fútbol. Dedica su tiempo no solo a las letras, también a la música, ayuda en el hogar, especialmente a su esposa. En una parte de su vivienda está un sintetizador y guitarras que son aprovechados por él para enseñar a los estudiantes que gustan de estos instrumentos.

Se califica como un maestro, amigo de los estudiantes, pero exige que le den el respeto y, sobre todo, atención cuando dicta sus clases pues es “enemigo” de que estas sean interrumpidas. “Tampoco me gusta que estén como robots, como era antiguamente, me alegra que compartan las clases, que estas se vuelvan dinámicas y en donde todos podamos aprender”, indica Cárdenas.

“Soy partidario de una enseñanza con libertad para que haya mayor sensibilidad entre los estudiantes”, acota el maestro, cuya hermana, Valentina Cárdenas, también es periodista y ahora radica en España, aunque también es sobrino de uno de los escritores más conocidos que ha tenido el Austro, como es Eliecer Cárdenas, autor del libro Polvo y Ceniza, una de las obras más leídas y vendidas en el Ecuador.

Su esposa Mónica, de profesión abogada, gusta también de los libros, pero ella más se dedica a leer y estudiar los Códigos de Derecho para aplicar en su trabajo diario. “Él tiene un objetivo que es escribir un libro y hay que darle todo el apoyo para que haga realidad su sueño”, indica, agregando que siempre se han entendido en sus rutinas diarias y en sus carreras.

Él se califica como un seguidor del proyecto de la Revolución Ciudadana y cree que lo mejor que ha hecho el Gobierno es comenzar a reconocer a los maestros y mejorar la educación en el país. “Esto también es parte de la década ganada”, indica, mientras su esposa prepara agua aromática para el frío del sector donde radica, San Pedro del Cebollar. Hace unos meses tuvo que enfrentar uno de los peores momentos de su vida. Perdieron a su bebé. Él señala que la vida continúa y que hay que hacer frente a todo lo que se presente. (I)