Los estudiantes de Perú alcanzan el 20% de comprensión al leer

2012 no fue un año de buenas noticias para el sector educativo del Perú. El Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés) lo ubicó en el último lugar, entre 65 países evaluados, con respecto a las habilidades para comprender aquello que los escolares leen.

El resultado de la prueba PISA, que tuvo a China como el país mejor evaluado, ratificó el enorme pendiente educativo que existe en este país. El porcentaje de PBI que en el Perú se destina para este rubro es el más bajo de la región: apenas el 3,5%. Si bien la expectativa nacional exige que este aporte no sea menor del 6%, eso no se cumple. El resultado es una inversión anual, en promedio, de 1.000 dólares por alumno, mientras que en el vecino Chile, en la posición 47 de comprensión lectora de acuerdo a PISA, esta inversión no es menor a 3.500 dólares por estudiante.

Desde 2007, el Ministerio de Educación del país lleva adelante la Evaluación Censal de Estudiantes con el objetivo de medir los avances que se dan en el campo de la comprensión lectora. Los primeros resultados indicaron que, para ese año, apenas el 20% del universo total de estudiantes de primaria, podía entender lo leído.

Ocho años más tarde, y con la lección dejada por la prueba PISA, la realidad ha cambiado. De acuerdo al Censo de 2015, el 50% de estudiantes evaluados está en la capacidad de extender lo que lee. Seis puntos por encima del porcentaje de 2014.

Los últimos 10 años han representado un crecimiento constante en la economía local. Sin embargo, Perú no deja de ser el país que menos recursos destina a la educación. Su presupuesto anual, durante 2015, fue de 24.000 millones de soles. De ello se desprende que las razones para la mejora y crecimiento constante del indicador de comprensión lectora estén representadas, en gran parte, por una organización eficaz.

De acuerdo a las autoridades del Ministerio de Educación, las mejoras se deben a factores como la correcta repartición de material pedagógico, la contratación oportuna de maestros, el asesoramiento de docentes para el fortalecimiento de capacidades lectoras, entre otros.

Uno de los logros que más adhesiones ha tenido en la administración de Ollanta Humala está precisamente en el campo educativo. La puesta en marcha del Programa Qali Warma, destinado a mejorar la nutrición de estudiantes de primaria en el sector rural, es vista como una de las fortalezas que han contribuido a la mejora del panorama lector.

Pero aún queda mucho por hacer. Bajo la estadística alentadora se abre una serie de detalles que muestran la presencia de brechas sociales a superar en los años entrantes. Las escuelas públicas, por ejemplo, se encuentran por debajo de las escuelas privadas en el índice de comprensión lectora. Lo mismo las escuelas urbanas, en las que la comprensión alcanza el 57%, frente a las escuelas rurales, en las que apenas el 17% de los alumnos entiende lo que lee.

Y más adelante aumenta la preocupación: La Evaluación Censal de Estudiantes, aplicada a cerca de medio millar de alumnos del segundo nivel de secundaria, determinó que solo el 15% de ellos entiende lo que lee. (I)