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Los comentarios escritos en el whatsapp son una evidencia

Las redes no son privadas

Las redes no son privadas
23 de julio de 2016 - 00:00 - Redacción Sociedad

Jenny, una joven como cualquier otra, terminó con su novio. Hasta allí nada fuera de lo común, pero un día comenzó a recibir llamadas y mensajes a su celular. Hombres desconocidos le preguntaban cuánto costaba el servicio sexual que ofrecía. Ella no entendía el porqué de las consultas hasta que vio una de sus fotos en Facebook con el título ‘De alquiler’. También estaba su número.

La presión social y las críticas en su entorno la forzaron a retirarse de la universidad. Producto de los daños que le causaron con las redes sociales ahora sigue un proceso legal para investigar el origen del mensaje. Quiere una sanción para el responsable.

Patricio Quiñónez, su abogado, explica que el autor de este tipo de casos puede ser sancionado con el Código Orgánico Integral Penal (COIP). “La ciudadanía (que hace mal uso de las herramientas tecnológicas) lo ignora, sin embargo, este no la exime de responsabilidad”. La Fiscalía -encargada de receptar este tipo de denuncias- puede aplicar el artículo 178 (sobre violación a la intimidad). La sanción es una pena privativa de libertad de 1 a 3 años.

Dependiendo del caso -de acuerdo con el abogado- podría constituir una contravención de cuarta clase. En el artículo 396 reza: “La persona que por cualquier medio profiera expresiones en descrédito o deshonra en contra de otra tendrá de 15 a 30 días de cárcel”.

Lo que no debe hacer

Para Christian Espinosa, consultor en Manejo de la Identidad Digital y director del emprendimiento Cobertura Digital, hay un desconocimiento en la forma de utilizar la plataforma pública llamada redes sociales. “Es analfabetismo digital”.

Espinosa asegura que en ellas el campo profesional y el personal no se tratan por separado. “Hace algunos años se creía que había una línea delgada de separación, pero la gente ya no distingue si se habla a nombre propio o a nombre de la empresa en la que se trabaja”.

Espinosa es el precursor de una campaña educativa en Twitter. El hashtag es #PiensaAntesDePublicar. El fin es enseñar a cuidar la marca personal en las redes. La principal recomendación que hace es “no publicar cuando uno está molesto o eufórico. Puede decir cosas de las que después se arrepienta. Cualquiera comete un desliz, algún día te va a pasar o a un familiar y no te va a gustar”. Por su parte, la decana de la Facultad de Marketing y Comunicación de la universidad Ecotec, Perla León, pide asegurarse de quiénes son los contactos de las cuentas personales y si el nivel de privacidad (filtro de listas de amigos) es confiable.

Cuidado con las notas de voz

La supuesta nota de voz del periodista deportivo, Carlos Gálvez, difundida en días pasados, originó su despido de la estación de televisión donde laboraba. La máster en Periodismo y Comunicación Digital, Paola Ulloa, asegura que es importante entender que ahora la gente es una marca que está siendo exhibida permanentemente en redes sociales y que debe cuidar lo que dice.

La nueva cultura digital -comenta- es mediática y puede originar temas polémicos como el de Gálvez, tan solo con un hashtag. En cambio, Jeoconda Loor, intendenta regional de la zona 5 y 8 de la Superintendencia de la Información y Comunicación (Supercom), señala que la ciudadanía debe tomar conciencia de que en las redes sociales también hay información que tiene el fin de hacer daño. “Debe preguntarse, ¿por qué debo compartirlo?, porque si lo hago puede volverse un chisme y hacer daño”.

Aclara que la Ley Orgánica de Comunicación (LOC) no regula a las redes sociales, sino a los medios digitales cuando los comentarios son realizados en sus páginas. Rafael Bonilla, quien fue investigador e Ingeniero de Seguridad del National Center for Supercompting Applications (NCSA) en la Universidad de Illinois (EE.UU.), advierte que en las redes sociales debe ejercerse la misma cautela y autocensura que al hablar en público. “En especial cuando manejamos grupos de chats. Pensamos que la cercanía con las personas nos garantiza la privacidad, es equivalente a ‘contar un secreto’ en una reunión entre amigos (...), pero el problema es que queda escrito (o un clip de audio o vídeo) como evidencia de lo dicho”.

Las redes sociales -indica- son públicas y la privacidad de la información depende de la intención de las personas que tienen acceso a dicha información. “Las redes sociales nunca fueron privadas, pues es similar a pretender tener privacidad en un parque. La información digital puede ser fácilmente manipulada”. (I)

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