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Las prótesis mejoraron la calidad de vida de María y Luis
Luis Zambrano, de 47 años, tiene 2 prótesis metálicas que reemplazan sus caderas, las cuales sufrieron degaste. Por la artrosis que padece fue operado hace un mes por un equipo de traumatólogos del Hospital de los Ceibos del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS).
Él contó que la operación desarrollada en Guayaquil le devolvió el movimiento de su pierna derecha. Había dejado de salir y realizar actividades por el intenso dolor que le provocaba la enfermedad.
Ahora camina sin molestia, acompaña a su esposa para efectuar compras y hasta se trasladó al mercado Caraguay para servirse un ceviche, su plato preferido.
A Luis le diagnosticaron artrosis en 2001 y 4 años después tuvieron que sustituirle su cadera derecha por una artificial.
La intervención fue en un hospital privado. “En la segunda operación me sorprendió que a los 10 días ya pude caminar. En la primera tuve que esperar más de 2 meses”.
Bosco Mendoza, jefe del servicio de Ortopedia y Traumatología, explicó que la cirugía consiste en reemplazar la articulación no funcional que produce dolor en la superficie de carga. Él aseguró que las prótesis son livianas y compatibles con el ser humano.
Los beneficiados son adultos mayores, quienes en gran número desarrollaron la afección. “Hay pacientes jóvenes con secuelas de fracturas o con artritis reumatoide”.
Hasta el momento otras 2 personas se benefician con las prótesis de cadera y 6 con las de rodilla.
El costo de estos implantes va desde $ 7.000 hasta $ 10.000 en clínicas privadas.
La recuperación
María Jurado, de 66 años, es una de las intervenidas. Hace 3 semanas fue operada para reemplazarle la rodilla derecha por una artificial.
Ella sufría dolor cuando bajaba las escaleras, pues se desempeñaba como auxiliar de enfermería. Hace 6 años se jubiló.
A esta paciente le detectaron artrosis severa en 2014. “Ahora, tras la operación, puedo doblar mi rodilla sin tanto dolor, subo y bajo, y no se me hincha como antes”.
Mendoza aseguró que la cirugía cambia la vida de las personas, pues dejan atrás dolores, deformidades en los miembros y limitaciones para movilizarse. “Con este procedimiento las personas que sufren la enfermedad disminuyen la discapacidad. Hay pacientes que no pueden caminar por su barrio o acudir a reuniones con su familia. Después podrán realizar actividad de bajo impacto (bicicleta o natación)”.
El funcionario aclaró que la artroplastia se aplica a los pacientes después de que se ha intentado con tratamiento no quirúrgico.
Luego de la cirugía son enviados al área de rehabilitación física para que sean atendidos por el equipo de fisioterapeutas.
María contó que espera recuperarse para bailar o ir a la playa. “También quiero ayudar a mi hija en los quehaceres de la casa. Me siento una inútil”.
Luis retomará los estudios. Por 24 años se dedicó a la limpieza de un hotel, pero por la artrosis se jubiló. “Ahora sí puedo movilizarme y quiero usar el tiempo que tengo para prepararme”. (I)
Datos
Las prótesis metálicas están compuestas de polietileno. Las ayudas duran entre 15 y 20 años.
La hospitalización por artroplastia dura 3 días. El procedimiento, que se desarrolla en una hora y 40 minutos, consiste en remover los tejidos internos, ligamentos y el menisco para colocar el implante.
En el servicio de ortopedia y traumatología trabajan 21 especialistas; y en el área de artroplastia seis traumatólogos.
La artrosis reumatoide afecta al 1% de la población, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En Latinoamérica actualmente 140’000.000 de personas padecen de discapacidades temporales provocadas por las enfermedades reumáticas. (I)