“Las mujeres podemos ser más innovadoras, pero hay miedo”

Fue la primera mujer en llegar al vicerrectorado de la Universidad de Concepción (Chile) en 95 años de historia de este centro de estudios superiores. Jaqueline Sepúlveda con humor recuerda que esa designación ocupó las primeras páginas de los diarios de su país y que en las entrevistas nunca le preguntaron sobre su plan de trabajo académico, sino tan solo sobre su vida personal.

Jaqueline visitó Quito para compartir su experiencia en el liderazgo de la Educación Superior. En su país logró, por ejemplo, que los títulos académicos tengan, si así lo requieren las mujeres, la distinción de género. Es decir que en lugar de decir licenciado o doctor quede inscrito licenciada o doctora. “Quizás son detalles mínimos, formales, pero si se puede, hay que hacerlos”

¿Cómo ve el liderazgo femenino en las universidades?

Existen muchos avances, y eso permite pensar que a futuro se van a dar posibilidades de igualdad de oportunidades para las mujeres, no solo en gestión, sino también en liderazgo. Cuando hacemos el análisis del Cruch (Consejo de Rectores de las Universidades de Chile) vemos que no existe, ni ha existido ninguna mujer rectora. Eso va a cambiar porque las nuevas generaciones están entendiendo que debe darse la igualdad de oportunidades para una sociedad más justa y eso se logra también con participación femenina.

¿Cómo está la participación de la mujer en estudios de tercer nivel?

El número de mujeres en carreras universitarias va a la par con los hombres. Ellas aún mantienen la inclinación por carreras afines a las áreas sociales, porque desde niñas se nos dice que esos son los ideales. En cambio a los varones se les inculca estudiar carreras como Matemática o Ingenierías y esa tendencia se mantiene en los estudios de postgrado donde solo 20% de las mujeres participa en carreras tecnológicas.

¿Qué acciones se deben emprender para lograr una participación mayor de la mujer en la universidad?

Lo primero es crear conciencia de que las mujeres sí podemos; creo que existen las capacidades, pero hay que formarse más en gestión de liderazgo. Siento que debemos generar redes de apoyo y crear conciencia de que con la igualdad de oportunidades se logra más objetivos; una sociedad más inclusiva es más solidaria.

¿La misión de las universidades ha cambiado?

Hoy ya no se busca solo formar profesionales, sino generar conocimiento y transferirlo a la sociedad; y para eso se necesita mucha innovación. Ahí los jóvenes aprenden que generar nuevos productos y servicios puede sacar a nuestros países del subdesarrollo. Por eso hay que entusiasmarlos  a ser más innovadores, más emprendedores, a ser capaces de generar empresas a través de la triple hélice que se denomina universidad, gobierno e industria (sector privado). Eso es lo que finalmente genera un ecosistema de innovación.

¿Cuál es el perfil del innovador?

Se habla de 5 aspectos: capacidad para el cuestionamiento, la observación, la experimentación, el trabajo de redes (networking), creatividad y asesoría. En todos estos requisitos las mujeres llevamos ventaja porque somos más intuitivas, pero lo que nos frena es el miedo al fracaso y eso hay que romperlo fortaleciendo nuestras capacidades para la gestión y el liderazgo, algo que a los hombres les enseñan en las carreras como Ingenierías. (I)