Las enfermeras y las parteras inician éxodo en Gran Bretaña
Gran Bretaña registra un éxodo de enfermeras y parteras ante la creciente insatisfacción laboral, salarios estancados y temores por el impacto del Brexit, según un informe del Consejo general de Enfermería y Partería (NMC).
La entidad destacó que por primera vez, desde 2008, hay más enfermeras y parteras que abandonan la profesión, comparado con quienes se inician en el oficio.
El número de las trabajadoras de la salud registradas en Gran Bretaña disminuyó a 3.264 (hay 690.773).
El NMC indica que la tendencia decreciente es notable entre enfermeras y parteras británicas, aunque también entre aquellas con ciudadanía europea.
Muchas trabajadoras expresaron que es por las malas condiciones laborales y salarios que no aumentan hace años. Lamentaron la falta de nuevo personal, mayor carga de trabajo y creciente desilusión por la calidad de prestación que reciben los pacientes. Otras consultadas expresaron su intención de abandonar el país y ejercer en el extranjero.
Una enfermera en el Reino Unido percibe en promedio un salario de $ 30.390, aunque esa paga puede aumentar hasta $ 12.450 con bonos y extras, dependiendo de la experiencia y sitio de trabajo. El NMC elaboró el informe tras consultar a 4.500 enfermeras y parteras del Servicio Nacional de Salud.
Saffron Cordery, directora de políticas y estrategias del Servicio de Salud británico, indicó que el informe evidencia los severos problemas que enfrenta el sector sanitario por la falta de personal.
“Esto va más allá de las preocupaciones por el impacto del Brexit, que son alarmantes. La reducción en números es más pronunciada entre las enfermeras y parteras británicas. Especialmente es decepcionante ver tantas jóvenes que deciden abandonar su profesión”.
Para Cordery, se agravarán los problemas si las autoridades no resuelven rápido las causas subyacentes que llevan al éxodo de las trabajadoras de la salud, incluyendo mejorar los salarios y reducir las presiones.
En tanto, el Colegio Real de Enfermería indicó que malas condiciones de trabajo en clínicas y hospitales británicos y un “ciclo vicioso” por la merma de enfermeras contribuyó en gran medida a la partida de las trabajadoras sanitarias.
Al respecto, Janet Davis, directora ejecutiva del colegio, agregó que el Servicio de Salud británico optó por “soluciones rápidas” al contratar a extranjeras para cubrir las vacantes de las británicas.
Davis considera que la decisión de cuánto se les paga “es política e ideológica”. “El gobierno también está quitando financiamiento para el entrenamiento de nuestras futuras profesionales. A partir de septiembre, por primera vez, deberán pedir préstamos para financiar su entrenamiento médico. Sabemos que esto hace que muchas aspirantes opten por elegir otras carreras”.
La directora ejecutiva del colegio comentó que aún no han visto las cifras, pero son bajas en ciertas áreas. “La decisión de recortar financiamiento fue para ahorrar”.
Dicha entidad pidió al gobierno de la primera ministra conservadora, Theresa May, poner fin al congelamiento de los salarios de los empleados de la salud.
Como parte del impopular programa de austeridad y ajuste de May, el aumento salarial de los trabajadores es el 1% anual.
En el pasado, las enfermeras y parteras británicas obtenían becas durante sus estudios, pero el gobierno informó que desde el 1 de agosto cesarán las ayudas del sistema de salud, que implica que los estudiantes en distintas áreas de asistencia médica deberán repasar sus costos de entrenamiento.
Tras el informe de la NMC, el Ministerio de Salud rechazó las conclusiones del documento y agregó que desde mayo de 2010 hay 13.100 enfermeras más y 52.000 aspirantes.
“Nos estamos asegurando de contar con el número de enfermeras y parteras necesarias para seguir prestando un servicio médico de alta calidad mundial”, indicó un portavoz de esta cartera de Estado. (I)
