Hay miembros armados de la Guardia Nacional en cada esquina de Ferguson, localidad en Misuri que lleva 10 días envuelta en disturbios e incidentes. La muerte de otro joven, también afroamericano, desató más violencia en las calles.

Según el informe policial, el joven estaba presuntamente involucrado en un robo, se acercó a la Policía hasta quedar a 2 metros de los agentes, cuando ellos le dispararon.

El jefe de Policía de San Luis, Sam Dotson, aseguró a la cadena BBC que el hombre “se comportaba irregularmente y que los oficiales tenían derecho a defenderse”.

Ni el despliegue de la Guardia Nacional o los llamados de Amnistía Internacional han servido para calmar la situación en Misuri, donde ciudadanos siguen protestando por el maltrato de los policías a los jóvenes afros.

En Ferguson, más del 80% de la población son afroamericanos y solo tienen 53 oficiales en el cuerpo policial.

La insatisfacción se evidenció en las calles luego de la muerte del primer joven afroamericano, Michael Brown, quien recibió 6 disparos de un policía. El gobernador de la ciudad, Jay Nixon, dijo que el toque de queda podría durar varios días.

LOS LÍOS RACIALES EN EE.UU. DATAN DE 1960

La semana de protestas, después de que un policía de Ferguson disparó a un joven afroamericano, no revela una realidad nueva, más bien es otro eslabón de la larga cadena de disturbios raciales en Estados Unidos y demuestra las diferencias internas entre los ciudadanos debido a su color de piel.

Los primeros incidentes de violencia de gran magnitud fueron en 1965, cuando un control de rutina acabó con la muerte de 2 afroamericanos. El hecho motivó la furia de los ciudadanos en Watts, suburbio de Los Ángeles, y murieron 34 personas.

En 1968, luego del asesinato de Martin Luther King en Memphis, Tennessee, la violencia que estalló en 125 ciudades dejó al menos 46 muertos y 2.600 heridos.

En la década del 80 la manifestación más grande ocurrió tras la absolución de 4 policías en Florida, acusados de matar a golpes a un motociclista afro.

Ya en 2001 los disturbios suceden durante 7 días y 800 personas son arrestadas tras la muerte de un joven negro de 19 años, Timothy Thomas, a manos de un policía blanco. Thomas se convirtió en la víctima número 15 a manos de la Policía.