Publicidad
Entrevista / raúl terán / titular del observatorio nacional de la salud
“La industria farmacéutica estimula la prescripción a través de los médicos”
Fue subdecano de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Central y es profesor de farmacología por más de una década. Hoy Raúl Terán está al frente del Primer Observatorio Nacional de la Salud. Una de las primeras acciones de esta entidad sin fines de lucro será controlar la falsificación de medicamentos, una práctica que en Colombia llega al 30%, según Terán.
El Observatorio aplaude la decisión del Ministerio de Salud de poner un techo fijo a los fármacos básicos, pero dice que aún falta analizar los precios de los medicamentos no estratégicos que también son usados por la población.
¿Cuáles fueron los preparativos que originaron este Observatorio?
Hicimos varios talleres e identificamos a priori publicidad engañosa. Esto lo realizamos con varios profesores del país. Una vez posesionado el nuevo rector de la Central, Fernando Sempértegui, me invitó a formar el Observatorio en la Universidad. Ya en la marcha surge la inquietud de que no solo medicamentos es el problema, sino todo lo que concierne al tema salud. Por ello iniciamos las actividades, tenemos como elemento de apoyo a la Superintendencia de Control del Poder de Mercado.
Queremos que la sociedad reciba el aporte que la academia debe entregarle. Y finalmente porque buscamos ser un ente que visualice los problemas de la salud de los ecuatorianos y comience a buscar soluciones y alertar a la autoridad si algo pasa con actos dolosos.
¿Quiénes o qué facultades están involucrados en este proyecto?
Nos hemos unido la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Central con la representación de la Facultad de Medicina y la de Ciencias Químicas. Queremos incorporar a Odontología, también a Veterinaria, Ciencias Agrícolas, que son áreas relacionadas con la salud y ahora se nos integra Derecho a través del Instituto de Criminología, porque están trabajando en temas sobre medicamentos falsificados y adulterados.
También vincularemos a más grupos, pero tenemos un comité ejecutivo del que saldrán los proyectos. Según las propuestas, se integrarán las facultades con sus docentes y estudiantes. Por ejemplo, si hacemos un proyecto sobre publicidad de medicamentos, involucraremos a todos los estudiantes y docentes necesarios.
Luego de los talleres realizados, a su criterio, ¿qué áreas son las más problemáticas?
En el área de publicidad engañosa hemos descubierto muchos aspectos. Por ejemplo que se dan indicaciones falsas, desmesuradas, exageradas para determinados medicamentos como potenciadores de la salud sexual, protectores hepáticos, revitalizadores y vitaminas. Hemos visto publicidades donde se manipulan datos estadísticos, frases altisonantes o programas en los cuales se obsequia y se premia por la adquisición de determinados medicamentos. Obviamente debe haber cambiado en algo a comparación de años pasados, porque ahora existe un reglamento sobre publicidad, quizá bajó el nivel, pero todavía existe. En cuanto a la promoción de medicamentos, se conoce cómo la industria farmacéutica estimula la prescripción a través de los médicos, ya sea con premios, con regalos, con visitas, viajes, comidas o con información engañosa como artículos que hablan de una verdad científica.
El Ministerio de Salud está estableciendo precios techo para medicinas estratégicas. ¿Qué lectura tiene frente a los precios de fármacos? ¿Hay abusos?
Todavía no podemos tener una idea clara de este tema porque acaba de ejecutarse la acción correspondiente por parte de la entidad controladora. Le puedo decir un poco de la historia. Los precios antes de que exista un reglamento como ahora lo hay, eran fijados por una comisión. Con mis estudiantes hicimos una investigación y se demostró que los medicamentos tenían un precio muy por debajo del fijado, eso puede sonar como algo muy interesante, pero lo que pasaba era que el precio fijado era extremadamente alto y que ellos tenían un techo, pero del cual podían bajar y subir en lo que ellos tenían.
Está muy bien que se fijen los precios de aquellos medicamentos que se llaman estratégicos, importantes para enfermedades claves en las cuales hay que actuar, pero también tiene que haber un freno para el otro grupo de medicamentos. Acabamos de tener una sesión ayer por el tema falsificaciones de medicamentos, entonces vamos a trabajar para visualizar estos problemas y plantear correctivos.
¿Tiene idea de cuál podría ser el perjuicio a los ciudadanos al pagar costos demasiado altos por medicinas?
Esa será una de nuestras acciones, el cuantificar qué pasó, si benefició a la población o la perjudicó y en qué áreas, porque hay medicamentos estratégicos que rompen presupuestos.
El presupuesto de la seguridad social que es uno de los más altos y se ha visto perjudicado por medicamentos para tratar el cáncer, enfermedades raras, insuficiencia renal, entre otros.