“La comida ecuatoriana tiene nombre propio”

Gustavo Graciano, presidente del Foro Panamericano de Asociaciones Culinarias, cree que la cocina ecuatoriana tiene “todo para mostrarse al mundo y  al mismo ecuatoriano”. El público interno considera que es fundamental, “es como el pan a la manteca para los ingresos del país”, dice.

Para el chef napolitano, quien vivió 14 años en Argentina, el país tiene en la comida un producto magnífico para ofrecer al mundo.

Califica a la comida nacional como “variada, diversa y completa”, pues considera que Ecuador  es de  “los pocos países del continente que tienen todos los ingredientes básicos todos los días del año, en comparación, por ejemplo, de Canadá que tienen los terrenos 6 o 7 meses bajo hielo”, comenta.

Para Graciano, Ecuador  todavía no muestra su variedad no solo a sus turistas nacionales, sino extranjeros. “No solo me sorprende la variedad, sino los colores del maní, cuy,  zapallos, variedades de la papa y el talento que tienen los cocineros educados en las escuelas gastronómicas de Ecuador, que le agrega ese ‘as’ al servicio de la gastronomía ecuatoriana”.

A su criterio, el ecuatoriano debe mejorar no solo en la producción alimentaria, sino  en los estilos y presentación de su comida. “El mundo está tan necesitado de esta alternativa, que realmente no se potencia a nivel internacional”, señala.

Graciano vive desde hace 33 años en Nueva York (EE.UU.) y cree que la cocina nacional se caracteriza por la presencia de toda forma de proteína, vitaminas y minerales, así como carbohidratos. “La comida ecuatoriana es parte de la comida americana en Nueva York,  enriquece la gastronomía neoyorkina, más que en algunos lugares de Ecuador”, destaca.

El especialista sostiene que en la comida “hay color y alegría de los productos de la tierra y por supuesto hay seriedad en los cocineros ecuatorianos”.

Considera que el talento de los jóvenes chefs ecuatorianos “es incalculable”. Argumenta que hay que insistir en la canalización del talento dirigido hacia la profesionalización.

También manifiesta que el turismo ecuatoriano está en formación. “Todavía hay un 20% y 30% que puede ser mejorado.  En la última década, Ecuador logró lo que no se había hecho desde la independencia del país, ese es un buen antecedente”.

Al experto le agrada la expresión culinaria andina con el cuy, la humita y  el uso del maní. “Son los productos de esta cocina ecuatoriana que se está abriendo espacio en el continente”, asegura.

Su criterio no es aislado, pues afirma que “Ecuador tiene nombre propio, pese a que comparte una misma región con otros países del continente. Ecuador es diferente. Está haciendo esa diferencia”.

El presidente del foro confiesa que le gusta el cuy y que apenas llegó al país comió el caldo de bolas de verde, que es otro de sus platillos favoritos.