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Jubilados de la Armada se reencontraron después de 40 años

Con algo más de 60 años, quienes ingresaron a la Armada en 1978, se reunieron el sábado pasado en la Base Naval de Salinas.
Con algo más de 60 años, quienes ingresaron a la Armada en 1978, se reunieron el sábado pasado en la Base Naval de Salinas.
Foto: Ricardo Flores
12 de mayo de 2018 - 00:00 - Ricardo Flores

Luego de 40 años se volvieron a encontrar. Se  trató (en esa época) de 300 jóvenes que aspiraban a servir al país. La actividad se realizó el pasado 5 de mayo, en el patio de armas de la Escuela de Grumetes, en Salinas.

Ahí se desarrolló el reencuentro de los aspirantes que ingresaron en 1978.

La invitación fue abierta a todos los marinos que en aquel año se incorporaron en las distintas especialidades.

La quinta promoción de tecnólogos navales, la primera de administración y abastecimiento. La primera de especialistas de varios servicios y la 32 de grumetes.

Durante la jornada que se inició desde las 10:00 y se extendió hasta las 11:00, los organizadores tuvieron un programa especial que combinó los aspectos militares, deportivos y sociales. 

Los asistentes coincidieron en que el momento más esperado fue encontrarse con compañeros de antaño e intercambiar experiencias.

El coordinador de este reencuentro fue el suboficial (SP) Valentín Cucalón, quien recalcó que la idea es que cada cierto tiempo haya este tipo de actividades para fomentar el civismo militar entre los marinos en servicio activo y pasivo.

“El 30 de abril de 1978 ingresaron a la Base Naval de Salinas alrededor de 1.200 aspirantes. Luego de tres años de formación y estudios logramos graduarnos alrededor de 300. Era una época de cambios en la Armada ya que se iniciaba la era de la tecnología”, manifestó Cucalón.

La ceremonia formal también fue la ocasión para reunir a las siete especialistas mujeres que sacrificaron su rol de madre y esposa durante más de 20 años, para servir a la vida militar. 

Un caso especial es el de Fadua Ruiz Ludeña, la primera (y única) suboficial mayor de la Armada del Ecuador.

Ella afrontó muchos obstáculos para romper esos esquemas sociales de que la mujer debía estar en casa.

“Un 25 de julio participé en un desfile y desde las tribunas se escuchaban los aplausos. Sentí que esto era lo mío”, remarcó la lojana, de 60 años.

Con esta iniciativa se pretende realizar más reencuentros de especialistas, tecnólogos y grumetes. (I) 

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