Ecuador, 18 de Abril de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Comparte

Las industrias culturales fomentan conocimientos

El Inti Raymi es una fiesta de los quichuas con la que celebran la terminación de la cosecha. En la Costa la población de indígenas recuerda la tradición.
El Inti Raymi es una fiesta de los quichuas con la que celebran la terminación de la cosecha. En la Costa la población de indígenas recuerda la tradición.
Foto: Archivo / EL TELÉGRAFO
18 de septiembre de 2018 - 00:00 - Fausto Segovia

Cuando sobrevino la industrialización de la cultura, en esencia estamos hablando de la estandarización y homogenización de la misma. Este proceso equivalió, en otros términos, al triunfo del estereotipo, de la producción en serie, en aras de un consumo de dudosa factura y de un reduccionismo, en función del entretenimiento y en ocasiones la manipulación de subjetividades.

Modos de pensar y sentir
Creadas por T.W. Adorno y M. Horkheimer (1947) las industrias de la cultura, en rigor, no solo llegaron a concebir la producción de bienes culturales, sino a algo más sensitivo: a la formación de un modo de pensar y sentir de personas e instituciones, en relación de un modelo económico que, en esencia, implicaba la transferencia del arte a la esfera del consumo.

Pero con el paso del tiempo, el tema se ha ido configurando desde las concepciones iniciales de las industrias culturales mencionadas, hasta el vínculo tecnológico mediado, que es precisamente el tiempo en que nos encontramos.

Cultura sin fronteras
En efecto, si bien el vínculo comunicativo siempre ha requerido mediación –no hay comunicación sin mediadores-, el vertiginoso auge tecnológico ha ampliado de manera extraordinaria los escenarios de la comunicación (por lo tanto, de la cultura), a través de teléfonos, radios, cine, prensa, televisión e internet, y dentro de este contexto la cultura ha dejado de ser una manifestación de las elites, enclaustrada y reducida a espacios privilegiados. La cultura ha superado entonces las fronteras y se halla marcada por la diversidad, donde los medios electrónicos, particularmente, la televisión, han generado y generan nuevos imaginarios colectivos.

La irrupción de los medios –en esta novedosa cultura electrónica- superó las concepciones de la escuela de Fráncfort, que centró su interés en el concepto de los medios como instrumentos de dominación y manipulación social, y también la perspectiva funcionalista, que se preocupaba de medir los efectos de los medios en el comportamiento de los receptores. Ahora interesa descifrar las mediaciones comunicativas, según J. Martín Barbero, dentro de la esfera de la ciudadanía y la dimensión política de los mensajes en torno a los medios.

Algunas preguntas
Pero no queda ahí el análisis. Hoy en día, el Estado, el mercado y la cultura constituyen tres ejes fundamentales, a través de los cuales se pueden formular preguntas y encontrar respuestas, generalmente no fáciles de discernir.

¿Cuál es el papel del Estado en relación con el patrimonio cultural? ¿La cultura es un bien que se puede mercadear, dentro de las leyes de la oferta y la demanda? ¿La cultura depende de las redes o sistemas de comercialización privados? ¿Hasta qué punto puede sobrevivir la cultura no comercial, ante el dominio de la producción de bienes culturales patrocinados y financiados por campañas publicitarias? ¿El mercado cultural debe regularse? ¿Cómo?

Las respuestas más comunes dependen de la ubicación de los agentes culturales. Así, unos consideran que el Estado es el único “dueño” de los bienes culturales; por lo tanto, el Estado debe promover políticas que protejan la producción cultural y crear incentivos para que la cultura nacional no pierda sus raíces.

En la otra orilla se halla la posición opuesta: que la empresa cultural tiene su papel en la economía de mercado, y que a través de los códigos de ética autor regulables, se expandan los bienes y servicios culturales.

Una posición intervencionista del Estado, cualquiera que sea el colorido político –de patente totalitaria- no es conveniente, desde todo punto de vista; tampoco un reduccionismo de mercado, de corte individualista, que excluye y concentra. La propuesta sería lograr una articulación coherente y convergente entre un Estado regulador, a través de los gobiernos locales, que garantice los derechos culturales de todos, en términos de equidad, y un sector afiliado a los intereses del mercado que genere procesos de desarrollo cultural, que crea oportunidades e invierta en cultura.

“Crear y creer para querer y construir un país” podría ser una alternativa feliz, ahora que afrontamos un verdadero saqueo del sujeto, por la avalancha de sistemas electrónicos e íconos que esterilizan las identidades.

La cultura como “industria”
Recordemos que la cultura es una “industria” diferente a las ubicadas en la esfera económica.

La cultura es el ser y el modo de ser de los pueblos, que se expresa de muy diversas formas, porque crea sentidos, significaciones y percepciones. Cultura es lo que pensamos, sentimos y actuamos, en un contexto dado.

Tiene valor porque internaliza lo intangible de una nación –sus historias, sus imaginarios, sus fortalezas y debilidades-. La cultura, por eso, da sentido a la vida, es una matriz de saberes y símbolos; es una manifestación de creación y recreación de capacidades propias, de visiones y cosmovisiones únicas y diferentes a la vez.

La cultura es una industria, según García Canclini, porque facilita la “hibridación”, es decir, la coexistencia de dos facetas opuestas: la instrumentalización de la cultura, regida por cánones de rentabilidad y “rating”; y el espacio generador de símbolos que construye sentidos o sentimientos de identidad colectiva.

La cara positiva de las industrias culturales, de acuerdo al mismo autor, estaría en que estos bienes producidos en serie y ahora bajo un signo claro de la globalización- fomentarían un conocimiento recíproco de la humanidad, el intercambio de relaciones; en suma, lograría a pasos ligeros una “ciudadanía mundial”. (O)

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media