El gobernador demócrata del estado de Maryland, Martin OMalley, firmó ayer una ley que anula la pena de muerte vigente en ese Estado desde hace más de tres siglos, sumándose a otros 17 que han abolido el castigo capital.

Durante una ceremonia en el capitolio estatal en Annapolis, OMalley firmó la ley que anula la pena de muerte, junto a alrededor de 250 medidas aprobadas por la legislatura estatal de Maryland, que concluyó su sesión de 90 días el pasado 8 de abril.

Rodeado de activistas que presionaron durante varios años por la anulación de esta sentencia, el Gobernador firmó la legislatura que además estableció la cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional como máximo castigo en el estado de Maryland.

La normativa que anuló la pena de muerte se aplicará para casos a futuro, por lo que no eximió del castigo capital a cinco hombres condenados por diversos asesinatos y que permanecen en la actualidad en el corredor de la muerte. Martin OMalley se ha negado a conmutar sus respectivas sentencias.  

Antes de la promulgación de la ley en cuestión, el estado de Maryland mantuvo una moratoria de facto sobre la pena de muerte desde 2006. Esto se dio cuando un Tribunal de Apelaciones estatal anuló las normas que rigen las ejecuciones en dicho estado.

Sin embargo, varios grupos conservadores indicaron que planearán iniciar una campaña de recolección de firmas para que el asunto se someta a un referéndum en noviembre de 2014.

Entre las otras leyes que el legislador promulgó figuraron una que legalizó el uso de la marihuana para fines médicos en ese estado, sumando a Maryland a la lista de 18 estados que sí lo permiten.

Esa norma permitirá la distribución de la marihuana, bajo prescripción médica incluso, en centros médicos que se encuentren dentro de los recintos académicos.

OMalley también firmó una ley que permitirá a los inmigrantes indocumentados obtener licencias de conducir, aunque éstas no podrían ser utilizadas como cédula de identidad para uso federal.