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Los jóvenes y adultos del milenio están hambrientos por compartir sus vivencias

#Foodporn: la tendencia de degustar la comida virtualmente

#Foodporn: la tendencia de degustar la comida virtualmente
31 de agosto de 2014 - 00:00 - Redacción Sociedad

Llegan al último restaurante de tapas en Guayaquil. Se llama La Pizarra, que con un nombre singular también tiene platos diferentes. Se distinguen por su tamaño: pocas cantidades en pequeñas tablitas de madera. Piden el especial de la casa y mientran esperan aprovechan para tomarse un ‘selfie’ o autofoto.

Luego viene el invitado principal: “Espera, aún no lo comas, déjame tomarle una foto”, se escucha entre los comensales. ¿Le suena familiar?

Esta es una de las frases que escuchará a menudo junto con la invasión de sonidos y flashes de la cámara del celular. El hábito de fotografiar un plato antes de comerlo, y luego subirlo a las redes sociales (Instagram de preferencia) se denomina ‘foodporn’ o ‘foodstagram’. Con solo buscar estos ‘hashtags’ o etiquetas en Instagram aparecen más de 20.000 resultados de todo el mundo, incluidos Guayaquil, Quito o Cuenca.  Sin duda la tecnología está cambiando los hábitos, ya sea a la hora de comer o de preparar los platos.

Carolina Reyes, por ejemplo, prefiere subir a su cuenta fotografías de las comidas que ella prepara. Generalmente son ensaladas y jugos reductores.

En cambio Xavier Quijije, de 22 años, manifiesta que no le gusta subir fotos a las redes sociales de lo que come. “Ya depende de cada persona. Muchas son reservadas y otras suben fotos para ganar likes o generar una controversia con tal de hacerse notar”, dice.

Nelsan Jiménez, de 20 años y usuaria de Facebook, sostiene que es “ridículo subir fotos de lo que alguien está a punto de servirse”. No ataca a quienes lo hacen “porque el ser humano es de costumbres, de modas y las redes sociales se las está usando para demostrar múltiples actividades”.

Al subir una foto al Instagram se las puede georreferenciar, lo que permite conocer por donde viaja el usuario y cuáles son los gustos que tiene. Foto: Tomada de Internet

¿Por qué lo hacemos? El sociólogo Carlos Tutivén sostiene que tomar fotos a los platos de comida no es solo por los alimentos, sino porque éstos se convierten en símbolos de situaciones emocionales que se desea compartir. “Si yo le tomo fotos a mi plato de sushi estoy diciendo, de manera metafórica a mis amigos, que estoy disfrutando de un tiempo gastronómico, queriendo pedir opiniones o aprobaciones”.

Añade que estas manifestaciones son lenguajes que transmiten gustos, incluso un estilo de vida. “Si yo me dedico a tomar fotos de platos populares talvez estoy diciendo algo de estas culturas que me agrada y me identifico. Si tomo fotos de platos gourmets, sofisticados, tengo ese estilo de vida”, expresa Tutivén. También señala que con un poco de perspicacia se logra conocer el gusto de alguien sin llegar a definiciones totales, porque mucha gente pone cosas maravillosas, pero no está feliz.

¿Qué opina la gente?

Hicimos una encuesta a través de las cuentas de EL TELÉGRAFO en redes sociales y esto fue lo que nos dijeron los lectores.

El usuario @guagualoco1  dijo “yo no, prefiero comer”. Mientras que @marumenai opinó “¿será para sacar pica de que comen rico?”

El lector @quiquejimenezl señaló que “no, porque me parece que es una actitud de mal gusto, porque es probable que no se alimente de esa forma todos los días”.

También están los que opinaron a favor, como Menino Guayaco: “Lo hago porque me gusta demostrar que como en casa no se come en ningún lugar”.

Antes de caer en conclusiones de si es bueno o malo tomar fotos antes de comer, Tutivén considera que la tendencia responde a un fenómeno sociológico producto de la tecnología.

Las fotos y el marketing

La lógica de redes es que todo lo que está en ella sea aprovechado, dice Tutivén, porque las aplicaciones son grandes laboratorios en internet para explorar el mercado.

El publicista Ricardo Medina enfatiza que debido al comportamiento del food porn existen muchas oportunidades de marketing en lugares de comida. “Simplemente con el hecho de que pongas en donde estás, estás haciendo publicidad”, expresa.

En países como Inglaterra ya utilizan esta técnica para atraer a más comensales. La cadena de comida Birds Eye ofrece un plato de comida a cambio de subir una foto de sus platos en Instagram.

También hay restaurantes exclusivos en Nueva York que prohiben a sus comensales tomar fotos.

Participe o no de la tendencia, un detalle es cierto: la tecnología ha mostrado que los seres de hoy están hambrientos por compartir, incluso su propio plato de comida.

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