Dos proyectos ejecuta simultáneamente el Instituto Oceanográfico de la Armada (Inocar) para conocer la geodata submarina. Esto permitirá al país prolongar -en al menos 150 millas náuticas- la extensión de la plataforma continental sobre las cordilleras submarinas de Carnedgie, Colón y la de Cocos.

Los proyectos en los que se trabaja son: sustentos técnicos para la ampliación de la plataforma continental (Sutpla) y delimitación de los espacios marítimos de acuerdo con la nueva convención del mar (Demconvemar).

La investigación se inició en 2012, cuando el país se sumó a la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (Convemar).

Para el viceministro de Defensa, Felipe Vega de la Cuadra, el objetivo de la medición del fondo marino es demostrar que existe una continuidad del territorio del país desde Galápagos hasta la cordillera de Colón.

David Garzón, teniente de navegación del Inocar, afirma que el incremento de millas náuticas representará para Ecuador la soberanía sobre los recursos de minerales marinos de ese espacio, que de momento están en una zona común que beneficia a los 163 países que son parte de la Convemar.

El especialista indica que  hay recursos minerales en el agua y que son inexistentes en la tierra como sulfuros polimetálicos, que pueden utilizarse en las telecomunicaciones, a través de metales específicos que sirven para los teléfonos celulares.

“Se puede traer esos minerales y generar trabajo a través de la cadena logística, lo cual implica la incorporación de bienes a la producción y a la industrialización”.

Según la normativa establecida en la Convemar, cada nación que quiere aumentar sus millas náuticas tiene un plazo de 10 años, desde la adhesión a este organismo para presentar la solicitud y los estudios respectivos.

En el caso ecuatoriano el tiempo se cumpliría en 2022, fecha en la que esperan tener listos los informes.

Sin embargo, luego existirá un lapso adicional hasta que la Comisión de Límites de Plataforma Continental dé la audiencia y revise la data.

“Si existe algún dato que ellos quieran confirmar lo dirán, el proceso se parece a la defensa de una tesis, pero mucho más largo”.

Una vez superada esa fase, y en caso de aprobación, la Convemar publicará su resolución final y máximo en un mes los nuevos límites marinos entrarán en vigencia.

La investigación
El buque Orión es la plataforma de investigación del país y en sus periplos recolecta los resultados del fondo marino, cuya geomorfología presenta -como en tierra firme- estructuras como cordilleras, valles, volcanes y más.

Un día de navegación representa más de 4GB, lo que se procesa en el buque las 24 horas. Se requiere personal constante: geólogos, técnicos y geógrafos para obtener información de la estructura y la tectónica de esa zona del fondo marino.

De los tres espacios que se deben analizar, únicamente en la cordillera de Cocos se necesita del trabajo coordinado con Costa Rica, porque comparten línea fronteriza.

En 2014 se hizo la delimitación de la frontera marítima con ese país y hubo un primer avance del 15%.

El equipo de navegación planea cuatro viajes al año, de 30 días cada uno, pero en 2018 solo harán uno a Colón, ya que la embarcación debe solventar otros compromisos.

El presupuesto del Estado  dentro de la inversión priorizada de 2018 para estos estudios es cercano a los $ 5,5 millones; el mayor rubro      ($ 3,4 millones) se destina al proyecto Demconvemar que da mantenimiento al buque de investigación Orión

La inversión estimada hasta 2019 es $ 45 millones; mas se espera la adquisición de un buque adicional de investigación -Centauro-, cuyo costo es de $ 90 millones y no lo hace prioritario. (I)