Verónica Roballo recibió información sobre el coronavirus en el Aeropuerto Internacional Mariscal Sucre de Quito cuando se disponía a viajar a Roma. “Me explicaron que era un virus y sobre todo cuestiones de las que nosotros como ciudadanos debemos estar al tanto, como el aseo personal y el evitar saludar con un beso en la mejilla”, dijo minutos antes de abordar el avión.

Ella fue uno de los pasajeros que corroboró las medidas preventivas dispuestas en el país para evitar la propagación de la epidemia desatada en China, desde diciembre de 2019, y tras la alerta internacional establecida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) este 30 de enero de 2020.

Ahora los viajeros que llegan o salen por esta terminal aérea tendrán la tranquilidad de que reciben instrucciones al respecto y de que este aeropuerto recibe una desinfección completa cada vez que despega o aterriza una aeronave.

Sus familiares también podrán esperarlos con sosiego luego de que la empresa Quiport y el Municipio de Quito iniciaran un protocolo para el control epidemiológico. Para ello se utiliza en la limpieza un virucida potente a fin de higienizar tanto los aviones como las áreas que recorren los viajeros, los pasamanos, los baños, las escaleras eléctricas, los ascensores y sus botoneras, los mostradores de Migración y Aduana y los carruseles de recibo de equipaje.  

Además se ubicaron dos puntos adicionales donde 4 funcionarios de la Salud de la capital informan a los viajeros y les atienden en caso de que se acerquen con signos o síntomas de gripe.

Preocupan, sin embargo, relatos como el del pasajero Christiam Montatics, quien dijo que no recibió información ni control alguno a su salida de Argentina ni en su escala en Lima.

Llegan los reactivos  

La llegada de los primeros reactivos para la detección del virus pone a este país en mejores condiciones para el diagnóstico temprano de esta enfermedad.

Para el médico Esteban Ortiz esta era una preocupación, al señalar a este diario la importancia de que fueran adquiridos con premura, ya que existe capacidad técnica para la detección, pero faltaba este compuesto.

El coronavirus afecta a 21 países además de la nación asiática, con saldo de 213 fallecidos y 9.720 casos positivos, de ellos 5.527 graves.

Ecuador reporta un sospechoso de contagio. Se trata de un ciudadano chino de 49 años reportado en estado crítico sin que hasta ahora el laboratorio de Atlanta confirme un diagnóstico para el coronavirus. Los exámenes aplicados a este individuo  fueron enviados al exterior, según el protocolo.

Las autoridades mantienen el control epidemiológico en la frontera terrestre con Colombia y Perú, y en las terminales aéreas y marítimas.

En particular existe una estrecha vigilancia de los pasajeros que volaron junto al paciente sospechoso, con especial atención en 42 personas que estaban ocho filas por delante y 8 filas atrás del asiento del enfermo internado, con énfasis en su acompañante y en la persona que lo recibió.

Continúa la difusión de los mensajes en los medios de comunicación tradicionales y a través de las redes sobre la necesidad de que las personas laven sus manos de forma constante; eviten el contacto con personas con gripe y usen mascarilla en caso de síntomas; también llaman a cubrirse al toser o estornudar.

Además, acudir al médico si hay malestar general, fiebre o dificultades respiratorias, ya que podría tratarse igualmente de un caso de influenza de la temporada.

La investigadora Claire Muslim coincide en que las medidas higiénicas aplican para todo tipo de virus y deberían ser tomadas en cuenta en la vida cotidiana.

Hospitales centinelas

Un listado de hospitales centinelas, públicos y privados, podrán recibir a pacientes sospechosos del nCoV, según lo establecido en el plan de contingencia nacional, dado a conocer por la ministra de Salud Pública ( MSP), Catalina Andramuño.

Estos son, en la provincia de Pichincha, el hospital Eugenio Espejo; Enrique Garcés; Carlos Andrade Marín; el pediátrico Baca Ortiz; Pablo Arturo Suárez y el Vozandes. En Guayas el Roberto Gilbert; el Hospital Naval, Francisco Icaza de Bustamante, el Luis Vernaza y el Hospital de Infectología.

En Azuay (Cuenca), el Vicente Corral Moscoso; en Azogues (Cañar), el Hospital Homero Castanier, y en Imbabura el hospital San Vicente de Paúl. En Chimborazo se dispone del Hospital General Docente de Riobamba.

“Uno de los requisitos es que tengan la capacidad instalada para la vigilancia y un laboratorio, sobre todo que puedan tener el aislamiento de los pacientes y que cuenten con los especialistas necesarios”, explicó la ministra del MSP, Catalina Andramuño.

En tanto, el MSP activó la Mesa Técnica de Trabajo 2 y socializó el protocolo internacional. (I)