Ecuador, 15 de Mayo de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Comparte

La profesional de 39 años cuenta cuán dura es la vida de un migrante

“En EE.UU. muchos latinos viven en pobreza”

Clemencia Spizzirri es toda una celebridad para los estudiantes y la comunidad hispana en Iowa. Foto:public radio de iowa
Clemencia Spizzirri es toda una celebridad para los estudiantes y la comunidad hispana en Iowa. Foto:public radio de iowa
12 de mayo de 2015 - 00:00 - Redacción Sociedad

El Colegio Nacional Pichincha y el Liceo Policial en Quito, su ciudad natal, fueron los primeros establecimientos donde Clemencia Spizzirri inició como docente. Lo hizo con la enseñanza del inglés. Ella es la compatriota que hace pocos días recibió una distinción como la mejor profesora del estado de Iowa (EE.UU.), donde enseña el español como segundo idioma.

Hoy cuenta su historia como migrante y destaca el proceso educativo que vive el país, donde la capacitación es un pilar importante.

Era 1999 en el país y los rumores de la dolarización llenaban los titulares de prensa. Clemencia tenía un sueldo que le alcanzaba para vivir de forma tranquila, pero luego de la crisis bancaria y el fallecimiento de sus padres decidió emigrar a Estados Unidos. En 2003 su hermano Hernán ya residía en Miami y hasta allá viajó con 25 años. No se hospedó con él, sino que rentó un apartamento cerca de la playa.

Confiesa que al inicio, como todo migrante, se vio deslumbrada por la oferta de Miami, pero sintió discriminación. “Aquí como en Nueva York o en Chicago existe una especie de estigma hereditario sobre los latinos en el que se nos identifica solo como ‘obreros’ y no ‘intelectuales’, independientemente del nivel educativo que uno tenga. En este país todos empezamos de cero”, contó Clemencia a Diario EL TELÉGRAFO en entrevista desde Iowa.

Su primer trabajo en suelo norteamericano fue como vendedora de ropa y luego pasó a ser asistente administrativa. En 2007 inició su maestría en Drake University y a la par dio clases de español conversacional en el programa DULAP (Drake Language Partners), con lo que retornó a su vocación.

VIDEO

“Me otorgaron una beca a través del programa Teacher Quality Project (Proyecto de Calidad Educativa) que tenía como objetivo reclutar a educadores de grupos minoritarios para recibir capacitación excepcional, y luego contratarlos para trabajar en el área urbana del distrito donde hay grandes grupos de alumnos de diferentes nacionalidades”.

Así comenzó a laborar en su actual institución IB Merrill Middle School de Iowa. “Al principio fue un reto lograr que los estudiantes y la comunidad entiendan por qué es necesario aprender otro idioma”.

En Iowa, estado donde reside, el 97% de la población es norteamericana, pero  conviven  comunidades de refugiados de Nigeria, Somalia, Vietnam, Nepal, Honduras, El Salvador, México y Bosnia. “Aquí he podido experimentar las dos caras de la moneda. Por un lado las oportunidades educativas y financieras espectaculares para los inmigrantes y por otro la discriminación y falta de tolerancia hacia lo que es diferente. Pero todo esto encapsula una sola situación: la necesidad de educar”.

Aún con cierta nostalgia confiesa que los primeros años en el extranjero fueron complicados sobre todo al tratar de culminar los estudios a distancia que los cursó en la extensión de la entidad ecuatoriana Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL).

“La distancia y la falta de acceso a tecnologías y opciones educativas de la UTPL en su centro de Nueva York dificultaban rendir mis exámenes. Era muy complicado tener que viajar a esa ciudad para dar un examen, que duraba 30 minutos y pagar más que los estudiantes que vivían en España”.

Clemencia, actualmente con 39 años, puntualiza que vivir en suelo norteamericano tiene un precio alto. “En lo emocional es duro dejar nuestras familias y amigos, y en lo social nuestros compatriotas asocian la idea de vivir en EE.UU. con dinero. Esta idea es lejana a la realidad, muchos migrantes latinos viven en pobreza, pero es tolerable porque no hay tanta violencia como en México o en El Salvador”.

Pese a la estabilidad que hoy tiene, confiesa que al comienzo de su vida como migrante tuvo la idea de retornar a Ecuador. “A veces me sentí cansada, pero no vencida y claro que pensé en regresar, pero al recordar cómo se quedó mi patria (deteriorada económicamente) decidí quedarme aquí en EE.UU.”.

En su memoria aún están todos los años que disfrutó en Ecuador y los añora. “El tiempo que viví en mi país fue muy bello. Tengo las mejores postales de mi patria, pero también las transgresiones sociales y políticas que afectaban a la educación y derechos humanos especialmente de los más vulnerables como los niños y las mujeres de escasos recursos económicos”.

Hace una década que Clemencia no visita Ecuador, un país cuyo sistema educativo ha dado un salto importante. Si bien por el momento sus ocupaciones profesionales y actividades como madre (tiene 3 hijos) le copan el tiempo, la maestra añora en regresar al país y enseñar.

“Por el momento continúo haciendo patria desde aquí. (..) Quiero ver a mis alumnos crecer como buenos ciudadanos”. (I)

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

Pública FM

Social media