Desde el 19 de noviembre hasta el 3 de febrero pasado 931 personas presentaron síntomas del virus de la influenza A (H1N1) y 66 fallecieron en Ecuador, según información del Ministerio de Salud Pública (MSP).

La cartera de Estado señaló que el 69% de los casos se concentra en Pichincha, el 7% en Tungurahua, el 3% Chimborazo, Imbabura y Pastaza y el 2% en Guayas.

Las seis provincias son turísticas. Por lo tanto, los infectólogos y epidemiólogos recomiendan medidas para prevenir su contagio durante este feriado.

En caso de haberse contagiado con el virus, el viceministro de Salud, Carlos Durán, aconsejó a los pacientes quedarse en casa y no exponer a contagio a la familia, amigos y otros. “Después de 24 horas de que desaparece la fiebre aún hay alto contagio, y su letalidad es del 7%”.

El epidemiólogo Carlos Farhad explicó que el clima frío potencializa la actividad del virus, “lo hace más agresivo y que las personas sean más vulnerables”.

El profesional destalló que se trata de un microorganismo patógeno infeccioso que se transmite al hablar, toser, estornudar, intercambiar saliva o contacto.

En esa línea, la viróloga Arcely Álava señaló que en climas cálidos su circulación es menor que en temperaturas bajas. No obstante, aconsejó tomar medidas de bloqueo como: evitar las aglomeraciones durante estas fiestas, no permanecer en ambientes cerrados y tampoco saludar con beso. Además recomendó un lavado de manos constante y usar alcohol para desinfectarse.

Rodrigo Mendoza, especialista en enfermedades infecciosas y en epidemiología del Hospital Universitario de Guayaquil, aseguró que el virus puede permanecer más de 72 horas en una superficie.

Por lo que “si toca un objeto (manija de puertas) que tomó una persona con influenza podría contagiarse”, explicó el galeno.

Para el especialista en enfermedades infecciosas, la migración eleva el riesgo de transmisión en quienes no están vacunadas. Ana Ávila, jefa de Infectología y Control del Hospital del IESS de Los Ceibos, aclaró que la inmunización no detiene la enfermedad, pero sí sus complicaciones: neumonitis, encefalitis y las septisemias.

Remedios
Otra forma de reducir el contagio y sus complicaciones es el consumo de alimentos y productos antioxidantes. Según la nutricionista, la vitamina C (de jugos de limón y naranja) estimula el sistema inmune. “Nuestro organismo mejora las condiciones frente a las enfermedades y potencia la absorción del hierro”, comentó.

El propóleo disminuye los síntomas, por sus propiedades antibióticas, antiinflamatorias y antialérgicas. Mendoza añadió que desinflama el sistema respiratorio. “En consulta médica se lo usa para el tratamiento de la tos”.

El ginseng y el magnesio funcionan como un inmunomodulador. (I)