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Medio ambiente

La educación ambiental, un desafío del país

La educación ambiental, un desafío del país
Foto:@amiguitosoceano
13 de enero de 2020 - 00:00 - Redacción Sociedad

Dos niños juegan a orillas de la playa de Montañita. Corren y dan saltos emocionados por darse un refrescante chapuzón hasta que tropiezan con colillas de cigarrillos, fundas de snacks y sorbetes de plástico. Las risas y el juego paran por unos instantes.

Los menores no entienden por qué los desperdicios están en la playa que tanto disfrutan y no dentro de un tacho como lo hacen en su casa.

La basura en las playas de Ecuador se ha vuelto un habitual problema que se agrava después de cada feriado a pesar de las campañas ambientales y sanciones.

El 1 de enero de 2020, después de las celebraciones por Fin de Año, la playa de Salinas amaneció con 420 toneladas de desechos, lo que generó la queja de los residentes, activistas y autoridades por redes sociales.

Érick Pérez, de 23 años, estuvo esos días en Salinas. Relata que se desencantó cuando sobre su cabeza empezaron a caer pedazos de plástico producto de la pirotecnia. “Fue triste ver a personas dejar botellas y convertir la playa en un verdadero basurero”.

educación ambientalBotellas plásticas son arrojadas al piso por personas que pasean por el Malecón 2000 a pesar de los tachos para basura instalados en el lugar.

¿Por qué las personas no se llevan sus desperdicios?

Para Santiago Martínez, especialista en Adaptación al Cambio Climático del Ministerio del Ambiente (MAE), el problema radica en la falta de conciencia que se tiene respecto al entorno.

Explica que aquí es donde la educación ambiental juega un papel imperante ya que debe ser un proceso formativo mediante el cual se busca que las personas que asisten a una playa tomen conciencia de las formas de interacción sociedad-naturaleza.

Por su parte, Daniela Hill, de la Fundación Amiguitos del Océano (@amiguitosoceano) considera que existe una falta de conexión y vinculación con la problemática ambiental. “Las personas no piensan qué va a suceder tiempo después y cómo afectará su accionar al planeta”.

Lamenta que luego de fumar un cigarrillo o beber algo mientras disfruta del sol y la brisa, no se piense ¿a dónde irá todo lo que arrojan a la arena cuando suba la marea?.

Hill cree que estas conductas poco amigables con el ambiente son modificables con educación experiencial desde tempranas edades.

El MAE y el Ministerio de Educación firmaron un convenio de cooperación interinstitucional para el diseño e implementación del Programa de Educación Ambiental “Tierra de Todos”. El programa trabaja en la transversalización de la educación ambiental (problemática ambiental en las mallas curriculares) y el fortalecimiento de valores y de prácticas enfocadas en la prevención de la contaminación.

Desde el 2018 la Fundación Amiguitos del Océano trabaja con escuelas de comunidades costeras en un programa de educación ambiental. Más de 9.000 niños han sido sensibilizados y participan en la limpieza de playas y clasificación de desechos.

A través de la educación vivencial las próximas generaciones lograrán una mayor conciencia ambiental, señala Gladys Rincón, coordinadora de la maestría cambio climático de la Espol. Por ejemplo, desde inicial se debe acostumbrar a los niños a llevarse la basura que generan durante el día como ocurre en otros países y sembrar árboles una vez al quimestre.

“Hay que empezar a hablar de tener una vida sustentable desde tempranas edades, es decir no tener más de lo que necesitamos y llevar un uso eficiente de los recursos”. Pero para que esto ocurra -advierte- que los maestros deben ser capacitados para que creen políticas dentro de las aulas de los colegios.  

En Galápagos, el manejo de la educación ambiental con los estudiantes dio un giro. Ahora es de tipo experiencial, ellos viven la experiencia de conservar y valorar el lugar en el que habitan, explica Lorena Sánchez, directora de educación ambiental y participación social del Parque Nacional Galápagos. “Los procesos que tienen que ver con educación ambiental son a largo plazo y tienen que ser permanentes”.

En las islas todos los turistas están obligados a llevarse la basura que generen. Un guardaparque previo al ingreso y salida de visitantes les recuerda su obligación.

Estas iniciativas pueden ser implementadas en playas de la Costa, dice el ambientalista Alfonso Kuffó, de la facultad de educación técnica para el desarrollo de la Universidad Católica de Guayaquil. Él sugiere que existan ordenanzas municipales en las ciudades costeras que prohíban ingresar botellas y envases de plástico de un solo uso y se implemente el cobro de una tasa ambiental al ingresar. “Así se podrá lograr un cambio”.

También plantea que se promuevan las 3R (reciclar, reducir y rehusar) a través de mensajes en universidades, colegios y en los comercios.

El MAE presentará este lunes 13 de enero la campaña “Bájale al plástico”, que se enfoca en incidir en la reducción de botellas de plástico de un solo uso en planteles educativos.

Durante este 2020 Martínez informó que habrá jornadas de concienciación y limpieza “Salva tu playa” en los balnearios de mayor afluencia, con la participación de empresas privadas, públicas, organizaciones, estudiantes y ciudadanía comprometida con el ambiente.

Otro de los desafíos para generar conciencia ambiental es trabajar en espacios que generen conocimiento para que se conozca el impacto de la mala disposición de residuos, señala Jacinto Monserrate, director ejecutivo de Seginus. “Debe existir una articulación integral “porque hay modelos de gestión que son obsoletos y no dinámicos. Esto no permite que los residuos sean tratados de forma adecuada”, acotó.

Martínez reconoce que los GAD no manejan sistemas de gestión integral de residuos sólidos (proceso desde la generación de desechos hasta su correcta disposición final). “No existen mecanismos idóneos para el acopio temporal de los desperdicios”.

Las jornadas se llevarán a cabo en dos etapas; la primera en los días previos a los feriados, con actividades de capacitación y concienciación ambiental; y la segunda con la limpieza de las playas posterior a cada asueto. El más próximo será el de Carnaval, del 24 al 25 de febrero. (I)

VOCES

educación ambientalLeonel Chico (45 años)
Regresé a Guayaquil y me quedé impresionado por la cantidad de  basura el 1 de enero. Hacen falta más papeleras en la ciudad y enseñar a los niños a poner la basura en su lugar.  

educación ambientalMaría Gabriela Vargas (23 años)
Uso una tela para guardar un sánduche. Hay muchas alternativas  ecológicas en la actualidad para cuidar el ambiente en mi país.

educación ambientalCaroline Anzules  (22 años).
Llevo mi termo, sorbete de acero y mis cubiertos para evitar el plástico. Los llevo adonde vaya desde los 15 años. Entendí que puedo ser parte del cambio para salvar el planeta. (I)

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