Desde el lunes no hay gas en algunas distribuidoras

Al mediodía de ayer, los tres triciclos que utiliza Johnny Ruiz para distribuir cilindros de gas de uso doméstico en las ciudadelas Atarazana, FAE, Bella Aurora, Los Álamos y  urbanizaciones aledañas se encontraban estacionados al pie de su local sin haber hecho una sola entrega. 

¿La razón? Desde el lunes no le llegan las bombonas de las comercializadoras Congas (tanque rojo), Duragas (amarillo) y Agipgas (azul).

Estos días de “descanso obligado” los ha aprovechado para realizar algunos trámites personales o para cobrarle a algunos clientes.

Su local ubicado en la manzana N-2 de la Atarazana no ha tenido mayor movimiento en estos días y es su padre el encargado de esperar la llegada del producto que le permita abastecerse.

“Nosotros trabajamos con 120 bombonas semanales. Requerimos un mínimo de 70 como para poder atender la demanda un poco apretados, pero ni eso llega”, expresó.

Ruiz no está muy al tanto de los problemas que se dan en Quito y en otras provincias o de la advertencia del Ministro de Recursos No Renovables, solo ha escuchado que algo pasa con el precio.

En medio de sus dudas afirma que vende cada cilindro en $1,60 y que mientras no haya una autorización, no  aumentará el precio.

Más al norte, en la ciudadela Kennedy Norte, Mario Basantes, distribuidor desde hace 25 años, manejaba ayer el camión en el que entrega cilindros de gas de uso comercial.

Basantes señala que hay restricciones en los despachos, pero dijo no tener claro cuál es el origen de la escasez que empieza a afectar a la ciudad. Señaló además  que a veces hay  desabastecimiento cuando el buque que trae el Gas Licuado de Petróleo (GLP) desde el exterior tiene problemas para atracar en muelles.

Stalin Poveda, presidente de la Asociación Provincial de Distribuidores de GLP, explicó que la carencia local obedece a problemas ocurridos entre lunes y martes por el alza unilateral que habría dispuesto la envasadora Agipgas.
Considera que la ciudad no debe padecer por falta de gas debido a su cercanía del Salitral, sitio a donde llega el combustible.
Recordó además que en el 2005, el Estado gastó cerca de $ 17 millones para unificar las válvulas y evitar la falta de producto en los hogares.

Sin embargo, dijo que esto no se cumple debido a las malas prácticas comerciales de las envasadoras.

“Ello se va a terminar con la vigencia de la Ley de Control del Mercado y una vez que se reformen algunas normas complementarias”, aseguró.

Mientras desde Quito, el ministro de Recursos No Renovables, Wilson Pástor, asevera que no le temblará la mano para cerrar a las distribuidoras y las comercializadoras que  incumplen con lo dispuesto por las autoridades.

Añade que Petroecuador está en posibilidades de asumir las operaciones de la empresa Agip-Eni en caso de ser clausurada por violar la ley. “La estatal petrolera tiene la capacidad casi total de importación y producción de gas, casi la totalidad del envasado y, si se persiste en medidas de este tipo, no tengo la menor duda de que  podremos distribuir y comercializar el producto”, enfatizó.

En la capital, los distribuidores de bombonas amenazaron con dejar de vender el producto si es que no se revisa su margen de utilidad tras el aumento que aplicó unilateralmente Agip. La escasez empezaba a extenderse hacia Los Ríos y Azuay.