Con plantón exigieron respeto a los derechos de los animales
A las 16:30 de este jueves 10 de diciembre, un grupo de 50 personas realizó un plantón en los exteriores del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, Magap, en el norte de Quito para exigir que se respeten los derechos de los animales.
Los jóvenes portaron afiches y camisetas negras en señal de luto de los cientos de animales, silvestres, domésticos y de consumo que mueren todos los días en el mundo.
Luego de gritar consignas, 5 activistas tomaron en sus brazos los cadáveres de los perros. Tres adultos y dos cachorros que fallecieron en accidentes de tránsito o por su pésimo estado de salud en los centros de rescate animal que funcionan en la capital.
Juan José Ponce, indicó que la protesta busca que la ciudadanía reflexione sobre la necesidad de respetar a los animales de otras especies con quienes los seres humanos comparten el planeta. "Con esta acción mostramos la cara más dolorosa del consumo de animales y la urgente necesidad de que se respeten sus derechos".
El 10 de diciembre de 1948 se aprobó la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Cincuenta años después, en 1998, esta efeméride marcaba la instauración del Día Internacional por los Derechos Animales.
El grupo caminó hasta el bulevar de la Av. Naciones Unidas, para realizar un plantón y brindar información a la ciudadanía sobre los principales causas que afectas a esos seres vivos.
Adela Castro, quien sostuvo en sus manos el cadáver de un cachorro, lloró mientras se realizaba la protesta. Para ella, la muerte de los perros es una imagen que es común en las calles de Quito. Sin embargo, muchas personas se vuelven insensibles frente a sus cadáveres.
El grupo Activistas por la Defensa y Liberación Animal (Adla) informó que en la actualidad, los animales son utilizados en los más variados ámbitos, como objetos de la disposición humana y eso es lo que hay que cambiar. Sostuvo que los animales son seres con una completa capacidad de sufrir y disfrutar, teniendo por tanto intereses propios, que incluye el derecho de sus propias vidas. "El hecho de que posean o no determinadas capacidades intelectuales no es razón para no tener tales intereses", dijo. (I)
