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Luego de 13 años los pacientes no recayeron
Científicos hallan tratamiento efectivo contra la esclerosis
Un equipo de científicos en Canadá desarrolló un nuevo tratamiento que por primera vez logra frenar el avance de la esclerosis múltiple (EM), aunque también conlleva riesgos significativos. Los expertos concluyeron que varias sesiones de quimioterapia agresiva, seguidas por un trasplante de células madre, pueden detener por completo el avance de la EM.
La enfermedad está caracterizada por la aparición de lesiones desmielinizantes, neurodegenerativas y crónicas del sistema nervioso central y ataca a dos millones de personas en todo el mundo, aunque menos del 10% de los afectados mueren a causa de las consecuencias de esa dolencia o de sus complicaciones.
La investigación, publicada en la revista científica The Lancet, analizó los casos de 24 pacientes de edades comprendidas entre 18 y 50 años, tratados en tres hospitales diferentes en Canadá. Para 23 de esos pacientes, dicho tratamiento redujo significativamente el avance de la EM y hasta la frenó por completo, aunque en uno de los casos la persona murió debido a los efectos de la quimioterapia agresiva.
Uno de los tratamientos existentes involucra el uso de quimioterapia para suprimir el sistema inmune y luego introducir células madres al flujo sanguíneo de la persona. El procedimiento es conocido como trasplante de precursores hematopoyéticos.
Pero en el nuevo estudio, los investigadores canadienses no solo suprimieron el sistema inmune de los pacientes, sino que lo destruyeron por completo. Luego reconstruyeron el sistema inmune con células madres creadas de la propia sangre del paciente, las cuales no desarrollaron fallas que llevan a la EM.
Los científicos indicaron que de los 23 pacientes que respondieron bien al tratamiento durante un período de 13 años, no se registraron recaídas. Todos los pacientes que participaron de la prueba tenían “pronósticos malos” y habían sido sometidos en el pasado a trasplantes de precursores hematopoyéticos que sin embargo no habían controlado su EM.
El doctor Mark Freedman, autor principal del estudio canadiense, admitió que aunque existen limitaciones en el estudio, principalmente por el bajo número de pacientes evaluados, los avances potenciales “son enormes”.
“Debido a que es un tratamiento agresivo, los beneficios potenciales deben ser evaluados junto a los riesgos. Este tratamiento solo debe ser ofrecido en centros especializados con experiencia tanto en tratamientos de este tipo”, agregó. (I)