Cerro Paraíso en Guayaquil tiene 50 nuevos árboles

La vegetación seca se mezcla con los pocos árboles autóctonos que aún sobreviven en el cerro   Paraíso, un área que en 1992 tenía 420 hectáreas (ha). Hoy tiene cerca de 200. Atrás  quedaron  las cascadas y los venados  que solían verse en el lugar. Incendios y deforestación han cambiado el rostro a este hábitat.    

En un intento por remediar y restaurar los daños, la agrupación ecocultural  Cerros Vivos organizó el festival ‘Descubre el Paraíso de Guayaquil’. Fueron sembrados 50 árboles de especies tropicales.  
Natalia Roca, representante de la organización Árboles sin Fronteras en Ecuador, que también participó en la iniciativa, indicó que entre las seis especies plantadas están el  algarrobo,  amarillo, jigua, laurel y  pijío. Este último se encuentra en peligro de extinción, por lo que se sembraron cinco ejemplares.

“Estos son los  pulmones  que le quedan a la ciudad de Guayaquil. Necesitamos conocerlos para poder defenderlos”, expresó Roca.

El bosque protector cerro Paraíso es un remanente del bosque seco tropical, típico ecosistema de la costa centro y sur ecuatoriana que se encuentra altamente amenazado.

La actividad congregó a ecologistas, voluntarios  y estudiantes de universidades, como Kristel Salcedo,  quien cursa el segundo año de periodismo en la  Casa Grande.  

“Todos los días usamos  papel, el proyecto consiste en devolverle a la naturaleza algo que le hemos quitado”, dijo la joven de 19 años.

Kristel no estuvo sola. Acudió acompañada de su novio  Cristopher Andrade,  quien  sembró especies de  sauce.  Era la primera vez que Cristopher plantaba un árbol.  Mientras cavaba el hoyo decía que la actividad era útil y necesaria. “Talamos los árboles, pero nadie se preocupa de volverlos a sembrar.

Ahora no se siente el problema,  pero con el pasar de los años esta área se puede quedar sin vegetación”.

Según Mariuxi Albán, miembro de Cerros Vivos, con las 50 especies ya suman 100 árboles  que han sido sembrados.   “Tenemos un gran nivel de éxito, porque hemos cuidado los árboles en tiempos de sequía.  Hace  5 o 10 años, instituciones públicas plantaron 300 especies, pero solo una llegó a crecer”, señaló.

Roca indicó que durante dos años se monitorearán los árboles, cuyo crecimiento compensará la huella de carbono de los humanos.

Solo una hectárea de bosque nuevo fija alrededor de 4 toneladas de CO2 por año, de acuerdo con  datos del Programa de Medio Ambiente de las Naciones Unidas.

El cerro Paraíso fue declarado Bosque Protector en 1999, y luego Área Protegida. Pero en 2009 la administración fue entregada al Municipio de Guayaquil. En el Plan de Manejo del área se establece la necesidad   de terminar con la explotación de material pétreo en la zona cercana de San Eduardo.
Voceros de la agrupación Cerros Vivos aseguran que el Municipio incumple con el plan al seguir permitiendo la actividad extractivista.

“Es un bosque natural que está olvidado; cuando deseemos mirarlo, ya no podremos hacerlo si continuamos con  la despreocupación”, aseguró Albán. La organización ha presentado una queja formal ante la Gobernación del Guayas y el Distrito Provincial de Ambiente.

Uno de los asistentes en la jornada de reforestación, Antonio Pico, considera que es fundamental acciones  entre el Municipio  y el MAE para proteger  el cerro Paraíso.  

A nivel país, la tasa de deforestación alcanzó las 65 mil ha hasta 2012.  Para revertir la situación, el MAE prevé la reforestación de 200 mil ha en todo el territorio ecuatoriano hasta 2014.