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Cannabis, esa mala palabra...

Cannabis, esa mala palabra...
Getty Images
28 de noviembre de 2020 - 00:00 - Diana Maldonado. Activista guayaquileña

Hemos conocido a la “marihuana” por estar siempre presente en la tan conocida “guerra contra las drogas” y por pláticas en escuelas, colegios y universidades donde se nos dijo que el cannabis es adictivo y hasta nos puede matar. Sin embargo, su criminalización se da apenas en el último siglo.

La historia nos devela que el cannabis es tan viejo como la humanidad y que su relación con las personas siempre fue cotidiana, habitual, bien vista, sanadora y un vehículo para la introspección, libre desarrollo de la personalidad y diversión.

En la naturaleza encontramos valiosos elementos conocidos como plantas maestras, plantas de poder o plantas sagradas usadas por aztecas, olmecas, mayas, incas y civilizaciones más antiguas como la persa, sumeria, china e india milenaria.

Las plantas sagradas son portadoras de salud y eran conocidas como “medicina” por los pueblos que las utilizaban. Este concepto de salud no sólo considera al cuerpo, sino también incluye la mente y el espíritu.

La primera mención conocida sobre el uso terapéutico y medicinal del cannabis aparece en Shen Nung Ben Ts’ao, una farmacopea clásica de la medicina china; cuenta la leyenda que fue redactada por el mítico fundador de la medicina china, el emperador Sheng Nung, en el año 2.737 A.C.

Con el nombre de “qunubu” (probablemente el que dio origen a la palabra cannabis) los asirios lo utilizaban dentro de sus ceremonias religiosas. El cannabis fue introducido al pueblo ario por los escitios y tracios/dacios, cuyos shamanes (llamados kapnobatai “los que caminan sobre el humo o las nubes”) quemaban flores de la planta para inducir estados de trance, tal como hoy se lo hace con la ayahuasca, por ejemplo.

En el noroeste de la Región Autónoma de Uigur en Xinjiang, China, se encontró en 2003 una canasta de cuero llena de fragmentos de hoja y semillas de cannabis al lado de un shaman momificado, de unos 2.500 a 2.800 años de antigüedad.

La primera ley prohibicionista contra el cannabis aparece en EE. UU. en 1910, impulsada por la Iglesia Católica y Randolph Hearts, magnate del papel que vio en el papel de cáñamo mexicano una amenaza a su negocio, usando sus periódicos para satanizar su consumo y señalarla como socialmente devastadora, consiguiendo, gracias a la ilegalidad, la operación de mafias de narcotraficantes y sus redes.

De nosotros depende devolverle a esta planta sagrada, con todo su potencial de sanación y elevación, la dignidad y el reconocimiento que le corresponden. (O)

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