El bruxismo, un trastorno derivado del estrés

El bruxismo es el hábito involuntario de rechinar o apretar los dientes, generalmente durante el sueño (bruxistas) y/o apretarlos de día en forma voluntaria (bruxómanos).

Muchas personas se han estresado más durante el confinamiento por la pandemia del covid-19 y padecen este trastorno. Las causas son múltiples, entre ellas, el miedo al contagio, temas económicos, problemas familiares, muerte de seres queridos, entre otras. Se ha comprobado que el bruxismo afecta la salud física y mental.

El odontólogo Francisco Buenaño explica a este diario, por qué se origina este mal hábito y quiénes son más vulnerables.

¿Qué es el bruxismo y por qué ocurre?

El bruxismo es un trastorno en el que la persona rechina o aprieta los dientes, puede ser diurno, que se relaciona como respuesta a actividades de presión psicológica o alta concentración; o nocturno, el que se ha asociado con alteraciones del sueño como roncar o dejar de respirar momentáneamente (apnea del sueño). También se ha observado mayor prevalencia en personas que consumen productos con cafeína, alcohol o drogas.

El ortodoncista debe diagnosticar y dar el tratamiento. Foto: Cortesía

¿Quiénes son más vulnerables?

El bruxismo tiene su pico en los niños, llegando hasta el 30% a la edad de 6 años, según algunos estudios y a partir de entonces declina progresivamente presentándose en aproximadamente el 12% en adultos jóvenes y tan solo el 3% en pacientes más allá de los 60 años. No existen diferencias estadísticas entre hombres y mujeres.

Si bien el bruxismo infantil puede considerarse relativamente común y está relacionado a los cambios rápidos y profundos que se producen durante el desarrollo, generalmente no requieren de tratamiento, pero sí de un control profesional rutinario dos veces al año, al menos.

En los adultos jóvenes, el ambiente psicológico en el que se desenvuelven resulta determinante en la aparición del trastorno, por lo que son el grupo de edad más afectado especialmente en este tiempo de pandemia. Fumadores y consumidores de alcohol o drogas duplican sus posibilidades de presentar bruxismo.

¿Qué daños en las piezas dentales ocasiona el bruxismo?

Generalmente las personas no pueden reconocer los daños que provoca el bruxismo y no lo relacionan al padecimiento, por lo tanto, si las piezas dentales están rotas o fracturadas, existen restauraciones desgastadas o desalojadas, dientes desgastados, sensibilidad o dolor al masticar, es oportuno buscar ayuda profesional.

El odontólogo Francisco Buenaño indica que no hay distinción entre hombres y mujeres para este padecimiento. Foto: Cortesía

¿Se han incrementado los casos en pandemia, hay cifras en relación al año pasado?

Sin duda, pero al ser tan reciente el incremento de casos, al momento se encuentran en desarrollo varios estudios y no se cuenta con datos estadísticos. Pero en la experiencia clínica diaria podemos afirmar que el año que concluyó se multiplicaron por tres el número de personas sufriendo de este padecimiento.

Si el bruxismo se da por una alteración del sistema nervioso central que ocasiona estrés o ansiedad, ¿solo se necesita la atención de un odontólogo especializado o de algún otro profesional?

Siempre el trabajo en conjunto es un aporte a la salud del paciente. Ayuda profesional en el control del estrés y ansiedad pueden contribuir a aliviar el padecimiento.

Profesionales en tratamiento a las alteraciones de sueño son de gran ayuda y finalmente personas especializadas en biorretroalimentación pueden ayudar a controlar la actividad muscular de la mandíbula.

¿Cuáles son los síntomas de una persona padece de bruxismo?

Los signos y síntomas del bruxismo pueden ser los siguientes:

• Rechinar o apretar los dientes, con un sonido que puede ser tan fuerte como para despertar a la persona que duerma contigo.

• Dientes aplanados, fracturados, partidos o flojos.

• Esmalte dental desgastado, por lo que se ven las capas más profundas de los dientes.

• Mayor dolor o sensibilidad dental.

• Músculos de la mandíbula cansados o rígidos, o mandíbula trabada que no se puede abrir o cerrar por completo.

• Dolor o inflamación de mandíbula, cuello o rostro.

• Dolor similar al dolor de oído, pero que no es un problema del oído en realidad.

• Dolor de cabeza sordo que comienza en las sienes.

• Lastimaduras por morder la parte interna de la mejilla.

• Alteración del sueño

¿Qué tratamiento se debe seguir?

El tratamiento debe estar relacionado a la causa que el profesional determine, por lo cual este puede tener diferentes abordajes.

Desde el punto de vista dental, una férula o placa nocturna, se puede recomendar por los beneficios ampliamente descritos en la literatura. De acuerdo al diagnóstico, cuando el desgaste ha provocado sensibilidad o existe una incapacidad para morder de manera adecuada, el tratamiento restaurador extenso y una visita al ortodoncista se considera necesaria.

Fuera del ámbito dental, el médico puede hacer un análisis de los medicamentos que la persona que sufre este trastorno está recibiendo como prescripción y relacionarlos con el padecimiento, o considerar problemas de salud general como por ejemplo el reflujo gastroesofágico. El tratamiento de las alteraciones del sueño es de gran importancia también.

El control del estrés, técnicas de meditación y/o relajación o un profesional calificado para el tratamiento de la ansiedad son de gran utilidad.

Recomendaciones generales

El incremento del bruxismo en este tiempo de pandemia ha revelado su verdadera relación con la ansiedad y el estrés; ha sido evidente el aumento en casos diarios por lo que además de sugerir los tratamientos antes descritos, es un buen momento para ver hacia adelante y reconocer que a pesar de que la pandemia ha traído momentos difíciles de asimilar, también nos ha traído momentos de unión familiar, de lágrimas y alegrías, de retroceso y avances, y ha sacado muchas cosas buenas de nuestro interior.

Al conocer los signos y síntomas es necesario que, si reconocemos algunos de ellos, podamos unir los puntos de este padecimiento y buscar ayuda profesional lo antes posible. (I)