Levantarse en las mañanas y cepillarse los dientes antes de llevarse un alimento a la boca no es un hábito que los menores realicen con regularidad. Tampoco son las visitas de control dental como modo de prevención frente a la caries.

Así lo asegura el odontólogo Henry Burgos. El año pasado, una brigada de atención a 11.400 niños de segundo año de básica, que pertenecen a 400 escuelas de Guayaquil, Durán y Samborondón, demostró que cada niño tenía al menos 4 caries.

El resultado fue informado por César Andramuño Zeballos, analista de prevención y control de la estrategia de salud oral del Ministerio del ramo.

Posterior a los resultados, se inició el programa de prevención y atención de los odontólogos, quienes a través de charlas enseñaron qué es una caries, cuántas veces hay que cepillarse, qué alimentos son favorables para tener una buena salud oral, la aplicación de flúor y sellantes de calces y por qué no deben comer dulces o galletas en exceso.

Las charlas tuvieron sus primeros efectos. En enero de este  año  se hizo una nueva medición y cada menor  presentó 1,4 caries.

Según Andramuño, se quiere superar ese número y llegar a cero. ¿Cómo lograrlo? El programa se articulará con el Ministerio de Educación, para que cada plantel permita el ingreso de los odontólogos y ellos puedan proceder con la promoción, prevención y recuperación de las piezas dentales en los niños, además de charlas educativas a los padres de familia.   

“Mediante una disposición oficial del Ministerio se busca que no haya impedimento de los educadores, quienes creían que las charlas de salud pueden interrumpir las clases”. Esta semana culminó la capacitación de cientos de odontólogos de la Zona 8 y quienes podrán sus conocimientos en práctica en las escuelas.

Andramuño explicó que las visitas de los odontólogos a los establecimientos son parte del 20% del trabajo extramural, es decir fuera de la atención en el centro de salud.

Cada médico debe realizar este trabajo unas 4 horas a la semana. “Dentro de ese tiempo se ha contemplado la visita a las escuelas del milenio, matutinas o vespertinas”. Un grupo de 290 odontólogos dictarán charlas en los planteles, 70 de ellos lo harán en unidades rurales.

Buena alimentación es igual a menos caries

La visita al especialista dental 2 veces al año es una herramienta eficaz para prevenir la pérdida de piezas dentales. “Lo que ocurre es que en la etapa escolar los padres por falta de tiempo no llevan a sus hijos a un control, solo cuando hay dolor o se ha dañado la pieza o porque el niño no dejó dormir acuden al odontólogo. Este es uno de los mayores errores que cometen”, dijo Burgos.

En la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, realizada en 2013, la mayoría de personas (54,6%) considera que no es necesaria la visita al dentista, seguida de la falta de tiempo de los padres para acompañarlos. Otras recomendaciones de Burgos es el correcto cepillado, una dieta regulada en nutrientes y suspender el consumo excesivo de golosinas.

La nutricionista Priscilla Morán asegura que la mala alimentación está estrechamente vinculada con las caries. “La acumulación de azúcar dependerá del tipo de comidas que se consuma. Los alimentos sólidos azucarados son los que se quedan más tiempo en la boca a diferencia de los líquidos. Hay alimentos que contienen azúcar agregada o son en almíbar, con estos últimos hay que tener cuidado”.

Este año la OMS (Organización Mundial de la Salud) recomendó la reducción de la ingesta de azúcares añadidos a menos de 10% de la alimentación total. El consumo de alimentos altos en fibra evita la acumulación de los azúcares.

¿Cuál es la relación entre las caries y las enfermedades?

Si no existe una buena higiene bucal pueden originarse problemas gástricos y cardiopatías. Según Andramuño, cuando un niño mastica de una forma incorrecta, no tiene una buena técnica de cepillado y ha perdido sus piezas dentales, al crecer se le presentarán problemas en su sistema y hasta puede desarrollar diabetes.

El doctor Eduardo Marriott indica que la falta de cuidado en la limpieza bucal puede producir neumonías, mayormente en las personas con un sistema inmune débil y en los niños. “Las bacterias que se acumulan en los dientes emigran hasta el corazón o los pulmones, donde se originan diferentes complicaciones”, indica el especialista. (I)