Ecuador, 17 de Abril de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Comparte

El arte y el yoga ayudan en el tratamiento de las adicciones

El arte y el yoga ayudan en el tratamiento de las adicciones
Foto: William Orellana / EL TELÉGRAFO
30 de junio de 2019 - 00:00 - Silvia Murillo

Jimmy Ortiz Luna: Una perspectiva de mi mundo interior, lectura intuitiva de mis “crisis” solipsistas sin contextos religiosos que paralicen su significación. Esa es la presentación de la página de Tumbrl que tiene este psiquiatra guayaquileño.

Allí están subidos los que considera sus mejores cuadros, en los cuales ha dado pinceladas de desahogo, de oxigenación, que para él son una forma de terapia introspectiva. Utiliza la pintura acrílica en madera, láminas de PVC, cartón, papel...

Ese interés por el arte lo adquirió en el seno de su familia. A eso se sumó su gusto por el deporte; practicó kung-fu por muchos años y “ahí fue que aprendí a meditar”.

De la meditación dio un salto al yoga, sin dejar de lado la pintura, su pasión.

En el colegio donde hizo su bachillerato, el Aguirre Abad, aprendió a trabajar con la madera y metales, tanto así que hasta la fecha cuando se daña un artefacto en su casa él lo repara.

“Claro que con dos copas de vino me sobran piezas, pero funciona (se ríe)”.

Confiesa que pese a que siempre amó el arte también se inclinó por la medicina, pues en su hogar su madre tenía una biblioteca bien nutrida. Finalmente, se decidió por la psiquiatría.

Su carrera universitaria la hizo en las universidades Estatal de Guayaquil y en la Católica. Su posgrado, de cuatro años, lo realizó en el mismo lugar donde hasta la fecha continúa trabajando.

Ya son treinta años de prestar servicio en el Instituto de Neurociencias (antes Hospital Lorenzo Ponce) de la urbe porteña.

Allí ha laborado en consulta externa y hospitalización, como jefe de sala o residente; ha pasado por todas las áreas.

Durante ocho años estuvo al frente de la Unidad de Conductas Adictivas (UCA), y  un masterado online en Arteterapia, en 2016, fue clave para ayudar a pacientes que dependen de algún tipo de droga.

Recuerda que en el taller de Arteterapia trabajó con el doctor Miguel Palacios Frugone y con el pintor Alfonso Uzhca. “Había mucha promoción del arte. Ahora ya se lo estructura como un proceso de prevención de recaídas para las personas con problemas de adicciones”.

La adicción más común con que llegan las personas -explica- es el alcohol, pero le preocupa que actualmente la más frecuente y peligrosa sea la de opioides, es decir el consumo de “H”.

“Esto es lo más complicado por las implicaciones que tiene el síndrome de abstinencia. El paciente hasta se puede morir”.

En el UCA fue uno de los mentalizadores no solo de los talleres de arteterapia, sino también de yoga y meditación. “Tengo chicos que ya están afuera y siguen haciendo yoga”, dice con beneplácito.

Aclara que el yoga solo lo aplica con personas que tienen adicciones, no con los que padecen algún trastorno. “De 10 pacientes seis se quedan enganchados con esto”.

Goza de buen humor y revela que pronto su esposa cumplirá años, mas no recuerda si es en julio o en agosto, por eso debe llamar a sus hijas para que lo auxilien.

Ese buen humor se refleja en un recorrido por las áreas de este establecimiento, donde saluda con médicos, empleados administrativos, de mantenimiento y pacientes, aquellos que son parte de la institución porque sus familiares los olvidaron.

Sobre este tema, resalta que en el área de hospitalización prolongada, donde está hace cinco meses, trabaja también con los familiares de las personas que padecen trastornos mentales “para psicoeducarlos”.

El objetivo es -dice- que ellos se responsabilicen por sus familiares y “no los dejen eternamente aquí”.

Tiene su terapeuta
Jimmy Ortiz cuenta que una de las exigencias en el máster online que realizó es que debía tener su terapeuta. 

Tratar a diario con pacientes con trastornos mentales o adicciones es una labor compleja. “Uno se carga, es tensionante, es más que un esfuerzo físico porque uno escucha todo el día cosas terribles, y hay que aprender a desligarse de ello y llegar a la casa completamente aséptico”.

Otro recurso que Ortiz utiliza para aliviar a sus pacientes son las mandalas. ¿Cómo funciona? “Es una cuestión increíble, el arte, a través del dibujo, del trabajo con pintura, es un instrumento con el que ellos pueden expresarse libremente”.

Menciona que a través de esta técnica el paciente siente libertad para hablar, no hay resistencia como suele pasar con un terapeuta. “Cuando trabajan con un mandala pierden la noción del tiempo y todo fluye; ellos pueden hablar más libremente sobre sus problemas, su tabú, cosas inconfesables”.

En el Instituto de Neurociencias todos los días hay misa y mientras el doctor hace un recorrido por el patio de la institución, donde grandes árboles dan sombra, comenta que su proyecto a corto plazo es uno que trabaja con el doctor Alejandro Valdevila sobre mindfulness (meditación) y conductas adictivas.

Apresura el paso, tiene una reunión, pero no se despide sin antes valorar la labor que hacen grupos de voluntarios los fines de semana al visitar a aquellos pacientes que fueron abandonados. “Ellos son muy vulnerables, no solo en su patología sino en general; necesitan mucha ayuda y sobre todo mucho amor”. (I) 

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media