Alexandra Guijarro tiene 40 años y no se siente a gusto con el tipo de nariz que tiene; piensa modificarla a través de una cirugía. Los últimos 2 meses ha averiguado en varios centros estéticos el costo y sobre los profesionales que realizan esta operación, pero aún no se decide.

No sabe a ciencia cierta cómo dar con el especialista adecuado porque ha escuchado muchas publicidades y testimonios, unos buenos y otros desfavorables.
Incluso está inquieta y dubitativa de hacerlo por una reciente noticia sobre una supuesta mala práctica médica. “Una de las razones por las que no me decido es precisamente por los riesgos que implica y ahora realmente estoy pensando mejor en aceptarme como soy en lugar de poner en riesgo mi vida”, comenta Alexandra, quien tiene 2 hijas.

 Al respecto, el presidente de la Sociedad Ecuatoriana de Cirugía Plástica, Reconstructiva y Estética (Secpre), Jhon Villegas, enfatiza que lo mejor es asesorarse con alguna persona que previamente haya tenido una experiencia satisfactoria y pueda dar un testimonio real.

“Hoy tenemos al alcance muchos medios para saber si el cirujano es calificado, conocer su trayectoria, los títulos registrados. La mejor vía es la recomendación y no la publicidad que muchas veces es engañosa”.

Tras seleccionar al especialista, el siguiente paso es acudir al primer chequeo en el que se deben dar todos los pormenores médicos y ahí el cirujano extenderá la lista de los exámenes necesarios que debe realizarse.

“Es muy importante conocer, por ejemplo, cómo funcionan los riñones al momento de proceder a la anestesia (porque entre otras funciones, estos permiten el adecuado flujo sanguíneo a pesar de las variaciones de la presión arterial)”.

El presidente de la Secpre insistió en la responsabilidad que tiene el profesional de llevar al paciente a un centro médico certificado y con todos los equipos necesarios para la intervención quirúrgica.

Además recalcó que toda persona, dependiendo de su condición médica, es susceptible de someterse a una cirugía, incluso quienes sufran de hipertensión o registren bajas defensas en su organismo como las personas con VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana).

Lo estético predomina

Según la doctora Rita Ozaetta, secretaria de la Secpre, las cirugías estéticas son cada vez más frecuentes —a escala nacional—, tanto en los hombres como en las mujeres.

Según la especialista, esto se debe a que la sociedad ha dado una especial atención a la parte física de la persona. “Nuestra sociedad, sobre todo en lo laboral y profesional, es más exigente; y de cierta forma influye para que las personas cuiden mucho más de su imagen”.

Ozaetta dijo que los procedimientos estéticos como la liposucción, la lipoescultura, la rinoplastia y rejuvenecimiento facial priman en hombres y mujeres, especialmente desde los 25 años, aunque también hay consultas de adolescentes.

“Cuando son menores de edad siempre deben contar con la autorización de sus padres y traer un análisis psicológico —si el caso lo amerita— que se les pide tras realizarse la historia clínica de manera muy prolija y que es totalmente privada”.

Requisitos de funcionamiento

De acuerdo con la página web del Ministerio de Salud Pública (MSP), los requisitos que deben cumplir los centros de estética y reducción de peso para funcionar dentro de la normativa establecida son, entre otros: copias de títulos de los profesionales endocrinólogo y nutricionista, (en caso de centro de reducción de peso); médico (en caso de centro de cosmetología y estética), así como el registro de los mismos en el MSP.

Deben presentar también una lista de los tratamientos que ofertan dentro de la reducción de peso, con el aval del profesional responsable.

Es necesario además una copia del certificado de salud ocupacional emitido pos los centros de salud del MSP.

La solicitud se debe presentar en las direcciones provinciales de salud y una vez emitido el permiso, este tiene una validez de un año.

Para Guillermo Fuenmayor, director de la carrera de Medicina de la Universidad Central del Ecuador (UCE), es necesario que las personas sepan que tienen todo el derecho de exigir al establecimiento médico el permiso de funcionamiento y conocer las instalaciones antes de la intervención quirúrgica.

Fuenmayor añadió que “el médico debe anticipar el lugar donde será la operación así la persona tiene el tiempo para chequearlo y constatar que reúna las condiciones que se exigen para su funcionamiento”. (I)

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9 víctimas expresaron su padecer en fotografías

Cirugías plásticas dejaron cicatrices imborrables y dolorosas en sus vidas

Pérdida de la forma habitual del ombligo, mutilación de senos o deformidad notoria de los mismos son solo parte de los recuerdos imborrables que 9 mujeres colombianas llevan tatuadas en forma de cicatrices tras someterse a una cirugía plástica deficiente.

Ellas expusieron con fotografías y nombres las experiencias que vivieron en un diario de Colombia, en julio de 2016. La mayoría de esas cirugías fueron realizadas por galenos que tomaron un curso de entre 6 y 24 meses en Brasil y luego empezaron a operar.

Las 9 mujeres acudieron a emergencias porque los dolores y reacciones que tuvieron en sus cuerpos eran incontrolables. “Me dañó las glándulas mamarias, tengo que usar prótesis de por vida y perdí la sensibilidad completa del seno izquierdo”, relató Liliana Fragoso de 38 años. (I)