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En orellana hubo problemas al momento de dar el examen

94% de alumnos fiscales aprobó el Ser Bachiller

Los colegios de Cotopaxi graduaron a los bachilleres con las mejores notas en las pruebas del Ineval. Foto: Archivo/El Telégrafo
Los colegios de Cotopaxi graduaron a los bachilleres con las mejores notas en las pruebas del Ineval. Foto: Archivo/El Telégrafo
29 de julio de 2014 - 00:00 - Redacción Sociedad

La actualización académica permanente de los maestros en las distintas asignaturas que imparten y, sobre todo, el seguimiento afectivo que hacen a los estudiantes son los secretos que Luis Castellanos, rector de la Unidad Educativa Sigchos (Cotopaxi), cree válidos para que esta provincia sea la de mejor rendimiento en las pruebas Ser Bachiller 2014. Los exámenes se aplicaron a inicios de julio en 1.676 colegios del régimen Sierra y Amazonía.

Cotopaxi alcanzó un puntaje superior a la media general que se ubicó en los 822 puntos. “Nuestra provincia destaca sobre todo por la innovación permanente del cuerpo docente. Aunque estamos contentos con los resultados obtenidos vamos a mejorar. Para el período 2014-2015 que se iniciará en septiembre ofertaremos el bachillerato internacional”, expresó Castellanos, cuya institución atiende a 1.200 alumnos de 3 parroquias rurales con una población de 22 mil habitantes, dedicados en su mayoría a la ganadería.

Esta institución cotopaxense obtuvo una calificación promedio de 862 puntos y fue la asignatura de ciencias naturales la de mejor rendimiento. Matemática fue la de menor puntuación.

Para el director ejecutivo del Ineval, Harvey Sánchez, no hay un estudio aún que establezca con precisión las razones que hicieron de Cotopaxi la mejor en las pruebas Ser Bachiller, que evaluaron conocimientos y destrezas en Matemática, Lenguaje, Ciencias Naturales y Estudios Sociales. “No sabemos aún qué ha hecho hoy Cotopaxi, pero vamos a investigarlo para tener las explicaciones correspondientes”, indicó.

Hay relación entre situación económica y excelencia académica

Los resultados de las pruebas revelaron, además, que hay grandes inequidades en la calidad educativa que reciben los estudiantes, sobre todo en la Amazonía, donde las distancias físicas inciden en la preparación. Esto no ocurre en provincias como Pichincha, donde la concentración en la parte urbana facilita la enseñanza.

Jorge Vaca, rector del colegio técnico especializado en turismo Alejandro Labaka Ugarte en la provincia de Orellana, dijo que su institución es un ejemplo de las dificultades que tiene la región oriental, sobre todo en las zonas rurales.

El día de las pruebas en la zona del colegio no hubo energía eléctrica, por lo que tras esperar varias horas decidieron contratar un generador para que funcionen las computadoras. “Eso generó un gran estrés tanto a las autoridades como a los padres y a los mismos estudiantes”, dijo.

Reconoció que los 11 representantes de su institución llegaron al mínimo requerido (700 puntos), entre otras cosas por el bajo nivel de preparación que tienen los maestros, ya que la mayoría es bachiller. “Se necesita una planta docente con un mejor nivel de preparación académica, pero el problema es que cuando se ofertan y se dice que es Orellana no quieren, porque los contratos que se ofrecen solo tienen un sueldo de $ 420 y con eso alguien que viva fuera del recinto no se puede mantener”, aseveró Vaca.

La otra cara de la moneda es la Unidad Educativa Intercultural Bilingüe Tránsito Amaguaña, ubicada en el interior del mercado mayorista, en el sur de Quito, donde los estudiantes, la mayoría, son cargadores que dividen su día entre el trabajo y los estudios.

Los menores cubren los gastos propios y del hogar. “Nuestros 6 jóvenes son de estrato bajo, pero lo destacable es la entrega y, sobre todo, el compromiso que tienen para mejorar. Es raro que tengan una mesa en su casa para hacer los deberes, pero lo hacen y nosotros como profesores entendemos y valoramos todo ese sacrificio”, indicó Irma Gómez, directora de la unidad educativa que obtuvo un promedio de 900.

Como parte de las evaluaciones también se efectuó un sondeo de factores asociados en el que se reveló, por ejemplo, que el nivel académico de los progenitores incide en el rendimiento de los estudiantes y en su deseo de superación.

“Los chicos que desconocen el nivel de enseñanza que sus padres tuvieron son aquellos que consideran que es suficiente con terminar la secundaria. En cambio, los que tienen progenitores con un título de cuarto nivel quieren emularlos como mínimo”, agregó Sánchez.

El ministro de Educación subrogante, Freddy Peñafiel, indicó que los resultados deben hacer reflexionar a cada establecimiento. “No es solo mejorar la parte académica, sino también la humana para que todos estén a gusto”.

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