9.900 planteles activaron sus planes de evacuación

La alarma de desastres se activó. Ocurrió un sismo. Los estudiantes del colegio Vicente Rocafuerte tuvieron que evacuar.

A las 16:00, mientras 1.900 alumnos de la sección vespertina  estaban en clase, el evento interrumpió sus actividades. Dejaron todos los materiales en las aulas.

Cada uno caminó a pasos acelerados, pero firmes. Lo hicieron con una mano en la nuca y otra sobre la cabeza. Los profesores y directivos se sumaron a la disposición que ya había sido aplicada en tres simulacros.

A la misma hora, el pasado 26 de agosto, 1.100 docentes de 9.900 instituciones del régimen Costa activaron sus planes de evacuación.

Evelyn Suárez, subsecretaria de Educación de la Zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón), explicó que desde el 26 de mayo el Ministerio del Ramo realiza ensayos el último viernes de cada mes para agilizar la reacción de los estudiantes ante desastres naturales.

El alumno de segundo año de bachillerato, Kevin Pilco, expresa que esa práctica se ha cumplido porque efectúan el proceso con tranquilidad y rapidez. “Gracias a esto mi familia también sabe qué hacer en caso de emergencia”.

Las autoridades del colegio Vicente Rocafuerte determinaron que el sitio más seguro es el estadio de la institución.

El vicerrector Óscar Mejía expresa que alrededor del escenario deportivo no hay nada que ponga en riesgo a las personas, pues solo existen canchas de césped sintético.

“Les decimos a los colegiales que no pueden ponerse nerviosos en esa situación, porque el pánico les causa problemas”.

Una vez que los adolescentes llegan al punto de encuentro son organizados por curso.

La responsabilidad de cada maestro es verificar que se encuentren en óptimas condiciones y luego desarrollar actividades recreativas.

La analista de Gestión de Riesgo del Distrito 3, Andrea Espinoza, recuerda que los maestros han sido capacitados en seguridad sísmica. Personal del ECU-911 los formó.

Solo en este distrito, integrado por 160 instituciones, han sido informados sobre desastres naturales  5.000 docentes.

“Queremos que analicen la situación y que vean (los ejercicios) como un acto de supervivencia y no la consideren una obligación”.

Espinoza indica que otros objetivos son la reducción del tiempo de respuesta y fomentar la cultura preventiva en la comunidad.

Agrega que habían instituciones en Guayaquil, como el Vicente Rocafuerte, en donde al principio la evacuación tardaba de 5 a 6 minutos.

“Actualmente ya estamos por los 3 minutos y 30 segundos, pero queremos llegar a 2 minutos”.

Espinoza detalla que para lograrlo, todos deben participar en el simulacro y llegar al punto de encuentro sin que se registren incidentes. (I)